Guionista.Nick Pustay
Música. Mark Mancina
Director artístico. Kathleen Climie
Año:2007
Efectos especiales Mark Ahee
País:Reino Unido
Vestuario: Alex Kavanagh
Elenco: James Franco (Silas) Sienna Miller (Camille) David Carradine (Cowboy Bob)
Género: Drama fantasmagórico
Duración: 94 ´
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca …
Estos versos del poeta chileno parecen ser los que tiene en mente el protagonista de este infumable producción, cuando al poco de dar el sí quiero, le suelta a su ya esposa que necesita silencio, que no soporta más su verborrea que lo lleva al borde de la locura, desatando su lado más macarra.
Recuerdan la película esa de Este muerto está muy vivo, pues aquí nos encontramos con una viva que está muy muerta, algo parecido a El Sexto Sentido pero sin apenas misterio, pues de esta circunstancia nos enteremos más bien pronto, cuando los recién casados van en sidecar rumbo a las cataratas del Niágara y sufren un accidente, a resultas del cual, la novia muere (lo sabemos por ese aureola luminosa que lame su osamente petréa), pero sigue viviendo, hasta que poco después se dé cuenta de que es un fiambre. Esto no impide que su marido, la trata igual estando muerta que viva. Parece que con el viaje a las cataratas, él se quitará un muerto de encima (nunca mejor dicho), pues no le apetece nada hacer el viajecito de marras. En esta “dead-gosth-movie” aparece un vaquero que tiene caballos de colores y que mantiene unas conversaciones con la pareja protagonista de lo más surrealistas.
Este cuento de hadas, además de infumable es aburrido. Nada hay que haga captar la atención por lo que se nos cuenta, no ya porque la historia sea fantástica e increíble, sino que no hay la menor chispa por ninguna parte. La mayor culpa, además de un guión horrendo, es la pareja protagonista. James Franco es uno de esos actores guaperas de moda que se dedica a poner morritos y enmarcar la ceja, ella, Sienna Miller, aguanta en su papel, gimoteando, riendo, llorando en un papel bastante desconcertante.
Si la película hubiera tenido más mala leche, al menos nos podíamos haber echado unas cuantas risas, como el momento en el que él tira de su mano y le arranca un dedo. Pero no va la cosa por lo macabro, sino por lo romanticón y como historia de amor, a mí al menos me ha dejado muy mal cuerpo.
Espero que este bodrio no llegue a estrenarse en España (lo dudo porque es de hace un par de añitos aunque nunca se sabe dado que ciertas películas parece que cruzasen el charco en barco de vela, sin vela), a fin de que no haya personas que tiren su dinero yendo a ver este paquete mayúsculo.