El tren de Bertha (Martin Scorsese)


La protagonista es Bertha, la cual vive en directo la muerte de su padre, un aviador que trabaja fumigando los campos. Tras la muerte de su progenitor la hija comienza una existencia errabunda, portátil, que la lleva a conocer a distintos hombres, ciudades,y s vivir experiencias pintorescas. Como telón de fondo el racismo hacia la gente negra, hacia los comunistas, los sindicalistas, aquí denominados bolcheviques. La construcción del ferrocarril se considera el enemigo a batir, y uno de los sindicalistas más vocingleros es el que se gana el corazón de Bertha.

El tren de Bertha rodada en 1972 es la segunda película de un Martin Scorsese (Roger Corman quiso que fuese éste quién la dirigiera) a medio cocer. Se ambienta durante la gran depresión americana de 1929. La he visto en la plataforma Filmin.


La compañía del ferrocarril tiene en el punto de mira a Bertha y a su amigo el sindicalista, y continuamente tendrán sus más y sus menos, zurrándose mutuamente. Si en un comienzo el ir y venir de Bertha tiene un componente lúdico, festivo, de gozosa libertad, una mundanidad no feroz, luego todo se irá enrareciendo. Bertha acaba practicando la prostitución, para dejar poco después el oficio, y volver con su amado, brindándonos Scorsese un final de los que te dejan, literalmente, crucificado a la pantalla, en una película que combina las escenas de aventuras, con otras propias de una road movie, que aquí sería una train movie, a la que habría que añadir también una crítica social hacia los poderosos, los magnates del ferrocarril y elementos del cine de atracos (Bertha fue una conocida delincuente en Estados Unidos en los años 30). 


La pareja protagonista de tórtolos la integran una guapísima y jovencísima Barbara Hershey cuya concupiscencia se explicita en unos cuantos desnudos que no aportan nada más que la contemplación de la belleza femenina en todo su esplendor y un David Carradine, que ni era guapo ni buen actor. Pero la serie Zzzzz es lo que tenía, propiciaba lo impensable.

Nuestra puntuación

Deja un comentario