Fake famous (Nick Bilton)

Fake famous es un documental de Nick Bilton disponible en HBO que aborda el tema de los influencer. Deciden coger a tres jóvenes que quieren hacerse un hueco en la redes y hacerlos famosos, como si se tratara de un experimento. De los tres solo uno de ellos, una chica joven, Dominique, que quiere ser actriz, se hará un nombre en este mundillo, que me resulta tan ajeno como inaccesible. La idea es hacerse famoso y así recibir regalos, dinero, viajar a gastos pagados. Todo esto se basa en el consumismo, no hay más, porque los influencer que aparecen en el documental se convierten en representantes de un sinfín de marcas dispuestas a pagar dinero a cambio de un tuit o de un vídeo en el que se mencione o aparezca dicha marca.

De esta manera los tres jóvenes se ven realizando fotos en mansiones que alquilan, en decorados que representan un avión, en bonitas piscinas, tomando champán, viajando, y todo es falso porque su tren de vida dista mucho de aquel que aparece en las fotos, en la redes. Esto lo hacen ellos que no son famosos y los muy famosos. Esto es un circo mundial.
La premisa es que prácticamente todo es falso. Por poco más de 100 € cada uno de ellos consigue 7000 seguidores falsos, de la misma manera pueden comprarse otros tantos likes o comentarios. Pero sobre toda esta falsedad y a medida que se van ganando seguidores y se superan ya los 100.000, para las marcas, empiezan a ser un reclamo importante, y Dominique ve cómo le ofrecen productos de cosmética, joyas, alimentación, etc.

Organizan viajes hacia las Vegas con otras influencer (suman todas ellas un montón de millones de seguidores), ocupadas todo el trayecto mirando la pantalla del móvil, viendo como crece, o ese es su deseo, el número de seguidores, sin dirigirse la palabra unas a las otras, evitando cualquier atisbo de conversación. Hoy todo es imagen, y no hace falta que estas influencer hablen, opinen o escriban porque sus nalgas, abdominales, pechos, bíceps o labios operados y prominentes ya hablarán por ellas. Van a ferias en donde las marcas les regalan objetos. Tampoco se abunda mucho en el documental en otras cuestiones y resulta bastante plano. Aparece algún comentario de algún especialista en la materia definiendo lo que se entiende por influencer —aquel que tiene muchos seguidores-, lo perniciosas que puede ser la redes sociales y la relación que pueden tener estas con el mayor número de suicidios en los Estados Unidos entre las más jóvenes y también lo duro, lo durísimo que le es crear contenidos a los influencer, por que si no lo sabían, salir en una piscina tomando champán y luciendo tableta es todo un trabajazo. Exigen mucha disciplina, constancia…

En fin, que paren el mundo que yo me bajo. Antes los famosos tenían talento, ahora tienen seguidores, aunque sean falsos y de eso viven. Que con su pan se lo coman.

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