Flor del desierto (Desert Flower, 2009)

Flor del desierto cartel peliculaTítulo original: Desert flower. Dirección: Sherry Hormann.
Países: Alemania, Austria y Francia.
Año: 2009.
Duración: 124 min.
Género: Biopic, drama.
Interpretación: Liya Kebede (Waris Dirie), Sally Hawkins (Marylin), Timothy Spall (Terry Donaldson), Juliet Stevenson (Lucinda), Craig Parkinson (Neil), Anthony Mackie (Harold), Meera Syal (Pushpa), Soraya Omar-Scego (Waris de niña). Guión: Sherry Hormann; a partir de la novela autobiográfica de Waris Dirie. Producción: Peter Herrmann. Música: Martin Todsharow.
Fotografía: Ken Kelsch.
Montaje: Clara Fabry. Diseño de producción: Jamie Leonard.
Vestuario: Gabriele Binder

La protagonista de esta historia es Waris, una mujer somalí que logró huir de su aldea, el día que la iban a desposar a la tierna edad de 13 años con un vejestorio que le triplicaba la edad. Tras cruzar el desierto Waris Dirie lograría llegar a casa de su abuela y de allí en avión ir a parar la embajada de Somalia en Londres, donde trabajaría limpiando, esclavizada, sin pisar la calle durante años, hasta que como consecuencia de una guerra civil en Somalia, dejaría la embajada años después de su llegada, convertida ya en una bella mujer, para sorprenderse con cuanto le rodeaba. Ese mismo día irá a esconderse en los baños de un centro comercial, donde conocerá a Marylin, con quien mantendrá una amistad de por vida. La misma que le ofrecerá un techo donde guarecerse y un hombro en el que llorar.

La película está basada en el libro autobiográfico de Waris Dirie, cotizada modelo que haría llegar su problemática hasta el edificio de la ONU, dando una conferencia acerca de la ablación, que ella mismo sufrió cuado tenía 3 años, práctica habitual hoy en día en países africanos, que entienden el sexo femenino como algo impuro, de ahí que cuando dejan de ser bebes para ser niñas, de modo pedestre y rudimentario les seccionan el clítoris y los labios para posteriormente coserlas sobre la marcha, dejando el orificio cerrado y las más de las veces infectado, a resultas de lo cual luego vendrán infecciones, enfermedades o simplemente la muerte. El día que son entregadas a sus maridos estos las descosen, las violan y así es como luego alumbran los hijos.

La historia es un claro ejemplo de superación personal, de esas historias que acaban bien, porque Waris Dirie tuvo la suerte de contarlo y no quedarse en el camino. Tuvo la fortuna de que un famoso fotógrafo quedase prendado de ella mientras ésta pasaba la fregona en una hamburguesería y le ofreciera posar por él, y ella accediera y comezara luego un desfile triunfal por pasarles de medio mundo, alcanzar notoriedad, y gracias a ser un figura pública, hacer público el problema de la ablación.

Todo esto es la historia que vivió Waris Dirie, el problema es que la película quiere combinar la tragedia personal con momentos propios de un spot de compresas, sin que en ningún momento logre coger el tono, ni de comedia ni de drama. La actriz Liya Kebede sabe posar y resulta expresiva y sensual ante la cámara, pero el guión es tan flojo y las secuencias tan triviales en su mayoría, que me pregunto si el libro es igual de malo que la película.

Una historia trágica, de realización personal, entrega y sufrimiento, no se convierte en un buen libro (y en esta caso en película) si no entran en juego otras muchas cosas. Apenas vemos la evolución interior que sufre la protagonista, lo que ésta piensa sobre el modo de vida europeo, sobre su profesión de su modelo, sobre su privilegiada situación económica, etc. Al menos a mí esos temas me hubieran resultado mucho más interesante que verla desfilar, posar, viajar o ir tras su idealizado pretendiente, ya que buena parte de la pelícual resulta monótona y plomiza.

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