Es una escena de un película en la cual la mamá está cocinando y sus hijos están sentados a la mesa. De pronto, los huevos se empiezan a mover y terminan amontonados como formando una pirámide. En esa misma película a la mamá le advierte una médium que no deje a su hijo solo en el agua por que corre peligro. Hay un espíritu malo y también el espíritu bueno de un niño.