Este episodio es ya inquietante desde el principio. Se ve otra “zona de acción” que la UAT tendrá que localizar para detener a los terroristas, así que lo siguen teniendo crudo porque la cosa se sigue diversificando.
En este episodio vuelve a aparecer la cuñada de Bauer, Rena Sofer, y con las intenciones que pensábamos, así que se me ha ocurrido un juego: recuento de parejas:
Bauer anda tonteando con su cuñada, y por el momento parece que Audrey no será un obstáculo… o precisamente puede que sea el mayor…
Chloe ha vuelto con su exmarido, pero también trabaja con ellos su exnovio Milo (que le arrima la cebolleta todo lo que puede a Nadia). Los 3 se pasan el día codo con codo y parecen haber dejado las cosas claras, pero puede haber lío.
El expresidente Logan y su mujer Martha se seguían odiando como siempre y ella está ahora con Aaron, que tanto hizo siempre por ella. Creo que este triángulo ya ha quedado resuelto, pero con lío.
Karen Hayes y Bill Buchanan son los que mejor lo llevan, cada uno en una punta del país y hablando sólo por móvil, entre estos no parece que vaya a haber lío.
Por otra parte Thomas Lennox parece haberse cambiado de acera y si antes estaba a favor de todas las acciones radicales cuando el presidente no quería, ahora está en contra de ellas cuando el vicepresidente sí que las quiere. Vaya, que es lo que se llama un tocapelotas. ¿Morirá por ello? Igual se salva porque está lejos de Bauer.
Y una de las sospechas que teníamos se cumplen, respecto a Nadia Yassir, a la que ya le han echado el guante y nuevo jefe de operaciones se ha quedado con su cara. Este además de un borde de mucho cuidado demuestra ser digno sucesor de los que antes de él ostentaron su cargo y seguro que sigue el camino de ellos.
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