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Vida y color

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Dirección Santiago Tabernero
Intérpretes Junio Valverde (Fede)
Silvia Abascal (Bego)
Ángel Silvestre (Javi)
Joan Dalmau (Abuelo)
Ana Wagener (Sole)
Guión Santiago Tabernero
Fotografía José Luis Alcaine
Música Matthew Herbert
Montaje José Salcedo
Año 2006
Nacionalidad España

Vida y color supone el pausible debut en la dirección del hasta ahora guionista Santiago Tabernero. Tabernero, nacido en Logroño, es el autor de guiones como Desvío al paraíso» (Gerardo Herrero, 1994), «Taxi» (Carlos Saura, 1996), «Huelepega» (Elia Schneider, 1999), «Asfalto» (Daniel Calparsoro, 2000) y el documental «César y Zaín» (Larry Levene, 2005). Es también el director del programa que la 2 dedica al cine, Versión Española.

Tabernero pone su mirada en el año 1975, pocos meses antes de que Franco, el dictador que estuvo treinta años en el poder, muriese (20 noviembre). A través de los ojos del protagonista vemos como el adolescente Fede, tiene problemas para integrarse en el grupo de macarrillas pandilleros del barrio. Su hermana está a un tris de casarse con un señor mayor que la quiere ver en casa con la pata quebrada, lo que entra en colisión con los deseos de ella de estudiar y labrarse un porvenir alejado de la sombra del macho dominante.

En el barrio hay de todo; está Marciano, un hombre primitivo de instintos primarios que abusa de su hija, Ramona la cual es deficiente, al tiempo que su mujer (Carmen Machi) hace la vista gorda y engorda la tragedia con su comportamiento evasivo.

Luego está también el abuelo de Fede, un solvente Joan Dalmau (que tras Soldados de Salamina parece encasillado en papeles de abuelo Republicano), el cual hace treinta años que no se habla con el que era el mejor amigo de su juventud, ya que cuando llegó la guerra tomaron bandos distintos, nacional y republicano, y después de la contienda ya nada volvió a ser igual.

Mucho han cambiado las cosas en treinta años y prueba de ello es ver como se divierten los niños que viven en el barrio; pintando un chucho de verde, coleccionando cromos, saltando a la comba, tirando piedras al río o pasando las horas muertas apoyados en un muro, enhebrando las horas entre calada y calada.

El acierto de Tabernero se cimenta en un sólido guión obra de él mismo, con unos intérpretes eficaces, en especial la cándida mirada del protagonista, Fede (Junio Valverde), una cuidada fotografía del maestro José Luis Alcaine y puesta en escena que hace verosímiles esos años, mediados los setenta y una sensibilidad que aflora en las charlas que Fede mantiene con su hermana o con su abuelo, los anhelos por tener una habitación propia, por llegar a formar parte de algo, por ir a un colegio normal y no de curas, evitándose así tener que cruzar el maldito túnel. Tabernero ha hecho una película muy interesante, que le augura un feliz porvenir como director (optó al Goya como mejor director novel, premio que no se llevó y que recayó en Corbacho y sus Tapas).

Vida y color IMDB | Seminci

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