Wolke 9

Wolke 9Dirección: Andreas Dresen.
País: Alemania.
Año: 2008.
Duración: 98 min.
Género: Drama.
Interpretación: Ursula Werner (Inge), Horst Rehberg (Werner), Horst Westphal (Karl), Steffi Kühnert (Petra).
Guión: Andreas Dresen, Cooky Ziesche, Laila Stieler y Jörg Hauschild.
Producción: Peter Rommel.
Fotografía: Michael Hammon.
Montaje: Jörg Hauschild.
Diseño de producción: Susanne Hopf. Vestuario: Sabine Greunig.

¿Es posible enamorarse a los setenta?. Los protagonistas de esta película (y otros muchos) nos dirían que sí, sin pensarlo dos veces. Comienza cuando Inge va al domicilio de un hombre llamado Karl a entregarle unos pantalones que le ha arreglado. Una vez allí surge la pasión sexual, se besan, se abrazan y ambos acaban acostándose. Luego mientras él va al baño, ella dejará el piso a hurtadillas.

Luego vemos que la mujer vive con Werner, un hombre con el que mantiene una relación desde hace treinta años. En un comienzo ese acto arrebatado, esa pulsión sexual se ve acallada por el deber conyugal, la fidelidad y esos sentimientos que definen como locura todo aquello que se sale de lo común, máxime a una edad en la que la parca ronda cerca.

Pero la cabra tira al monte, y ella volverá a verse con su amante, quien tiene 76 años, vive solo y se ve muy desenvuelto, se mantiene en buena forma física y anda regularmente en bicicleta. Como dos adolescentes sus encuentros furtivos son mayormente sexuales con las limitaciones que implica la avanzada edad de ambos.

Ella se destapará frente al espejo y el hecho de sentirse deseada por otro hombre le hace sentirse gozosa al explorar su cuerpo.

Habrá un antes y un después tras conocer a Karl.
Se le presentan dos opciones. O dejar a su actual pareja e irse a vivir una aventura con su amante o dejarlo correr, y hacer como si no hubiera pasado nada. Tras comentarlo con su hija, la cual le insta a llevar su relación paralela en silencio, Inge no puede proceder de este modo y confiesa a Werner lo que siente por Karl.

¿Qué he hecho mal?, preguntará Werner desolado, al tiempo que recrimine a Inge el estar comportándose como una chiquilla, sin medir el alcance de sus acciones, dispuesta a tirar por la borda tres décadas de relación, sin miramientos, como si borrar a una persona del mapa fuera algo sencillo.

Ella se defiende alegando que no lo ha buscado, que ha surgido (que no se pueden poner lindes a un mar bravío que diría el Kutxi), pero al mismo tiempo se deja seducir por ese hombre que según ella la devora con su mirar desde la primera vez.

Una vez planteado el asunto y toda vez que Werner ve que su mujer ha tomado una decisión, hará algo que no por previsible me haya dejado helado, con el un puño en el corazón y una tristeza que cuesta sacudirte de encima como cuando se te mete el frío en el cuerpo y los pellizcos tocan carne insensible.

Lo singular de esta sugerente película alemana es plantear sin ningún tipo de miramiento lo que las personas mayores sienten, incluso en el ámbito sexual, como afrontar una separación, los efectos del enamoramiento, la necesidad de cambio y cómo sin que la edad sea lo más importante, una separación puede afectar tanto a la vida de una persona como para acabar con ella. Una separación que equivale a partir un corazón en dos. Un corazón cansado de latir y más aún de tener que hacerlo sólo.

Brillantes interpretaciones del trío protagonista formado por Ursula Werner (Inge), Horst Rehberg (Werner) y Horst Westphal (Karl), provenientes del teatro, unos diálogos contundentes y unas situaciones de gran intensidad (que no veía desde Te doy mis ojos) hacen de Volke 9 una película que hay que ver, porque no deja indiferente, ya que el tema que trata es universal y el detalle de los hechos, la crudeza, y ese devenir aciago, confirman que vivir es maravilloso y doloroso, y aunque nos cueste admitirlo (como si nunca pudiéramos librarnos del pecado original), siempre debamos pagar un precio por nuestra felicidad, un precio que la pérdida de una vida nunca tasa.

Es mi culpa, dirá Inge desconsolada.

¿Lo es?.

Dirige Andreas Dresen, autor de obras como A mitad de camino o Verano en Berlín. El título, Wolke 9, es el trasunto de nuestro 7º cielo, ese estado en el que uno está en las nubes, como flotando todo el tiempo…

Nuestra puntuación

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