Países: México, Bélgica, Francia y Alemania.
Año: 2005.
Duración: 98 min.
Género: Drama.
Interpretación: Marcos Hernández (Marcos), Anapola Mushkadiz (Ana), Berta Ruiz (Mujer de Marcos), David Bornstein (David), Rosalinda Ramírez (Viky), Juan Soria «El Abuelo» (Inspector de policía).
Producción: Philippe Bober, Carlos Reygadas, Jaime Romandía y Susanne Marian.
Música: John Tavener.
Fotografía: Diego Martínez Vignatti.
Montaje: Benjamin Mirguet, Adoración G. Elipe y Nicolás Schmerkin.
Marcos es el protagonista. Un hombre circunspecto, poco hablador, desesperante en su mutismo que se acuesta con Ana la hija de Jaime, el patrono, la cual cuando tiene sexo llora. La película se inicia con la joven practicándole una felación a Marcos (sexo explícito en estado puro, parejo a Nine Songs o Baise-moi), el cual ha secuestrado a un bebe, el sobrino del coronel para el que Marcos trabaja como chófer, junto a Berta, su mujer y está dispuesto a entregarse a la policía y liberar el peso que le atormenta.
, así una vez que alguien les interpela tardan varios segundos en responder. ¿representación pausible de la clase media mexicana?
La cámara como los ojos del observante se posan en las fachadas de los edificios, archivan las peregrinaciones, los desfiles militares e izado de bandera en la Plaza del Zócalo, un partido de fútbol con victoria de Pumas, cuerpos desnudos, grotescos, feístas, de diferentes proporciones y volúmenes que se entremezclan y exprimen sus jugos, pinturas religiosas, ecuestres, el desenfreno de unos jóvenes de boda, el bullicio de la gran ciudad de México, los montes verdes, nebulosos, coronados con cruces.
No debe ser nada fácil para un actor como Marcos Hernández encarnar a Marcos, por lo siniestro y poca empatía de su personaje. Marcos trabajaba como chófer y jardinero hasta que el director Carlos Reygadas le dio una oportunidad.
Lo mismo vale para Anapola Mushkadiz en cuyo caso debe lidiar con una felación, que salvos efectos digitales parece ser por ella sin que medie ni truco ni cartón. Se pensó en un primer momento en Paulina Rubio, con la que Anapola comparte el mismo timbre de voz, pero una vez que se supo que Paulina debía hacer una felación, se echó para atrás. En relación a su papel la actriz habla aquí de ello.
Los títulos de crédito finales son geniales. Además de mostrar otra felación, similar a la que da comienzo a la película, a la hora de aparecer el elenco por orden de aparición, nos encontramos con; niño en el metro, hombre con sonda, hombre con walkman, chofer que come taco, señora BMW, hombre con perro, conductor neurótico, niño que sonríe, peregrinos del coche blanco, policía con boina, policía rubia…
El director Carlos Reygadas contó con el apoyo para las artes audiovisuales de la Fundación Rockefeller y Fundación Ford. No hemos comentado muchas películas mexicanas en nuestra blog, a excepción de las de Guillermo del Toro o Alejandro González Iñarritu y lo cierto es que esta difiere bastante de ese cine comercial, para encontrarnos ante una película de autor, repulsiva por el tratamiento tanto del sexo (pornográfico) como de la violencia. Batalla en el cielo, es el infierno en la tierra, donde Marcos da machetazos en medio de la nada, agonizando en el presente, para como una bestia más ir al matadero de rodillas, donde pagar su precio y encontrar responso eterno, el cual tras renunciar a la fe, encuentra la salvación en la Basílica de Guadalupe.