Reparto: Julie Christie (Fiona Anderson), Olympia Dukakis (Marian), Gordon Pinsent (Grant Anderson), Michael Murphy (Aubrey), Kristen Thomson (Kristy), Wendy Crewson (Madeleine).
Guión: Sarah Polley; basado en el relato «The bear came over the mountain» de Alice Munro.
Producción: Daniel Iron, Simone Urdl y Jennifer Weiss.
Música: Jonathan Goldsmith.
Fotografía: Luc Montpellier.
Montaje: David Wharnsby.
Diseño de producción: Kathleen Climie.
Vestuario: Debra Hanson.
Canadá 2006
Si hace unos días os hablaba de Juno y de la candidatura de la joven Ellen Page a mejor actriz en los Oscars 2008 como mi favorita, hoy tengo que retractarme de mis palabras y rendirme, como gran parte de la crítica mundial, a la poderosa interpretación de Julie Christie aquí en Lejos de Ella como clara favorita a llevarse el premio.
La profundidad y los complejos matices que la veterana actriz inglesa da a este personaje y el maravilloso resultado que consigue se merecen todos los premios que ya está ganando.
Su marido Grant (Gordon Pinsent) sufre con ella, dividido entre el amor que siente por la mujer con la que lleva 44 años de vida en común y las difíciles situaciones a las que tiene que enfrentarse en el día a día debido a la progresivo agravio de su estado mental.
Entre otras cosas se ve con la angustia de tener que salir a buscarla cuando se pierde al salir a esquiar, o plantearse el internado de Fiona en una residencia donde pueda estar mejor. Es cuando entre ambos deciden que es lo mejor para los 2 cuando llegamos al meollo de la película y él ha de debatirse entre verse “lejos de ella” pero estando en buen estado o tenerla más cerca pero ver su degradación.
Al principio Grant deja claros sus pensamientos: “No quería estar nunca lejos de ella. Tenía la chispa de la vida”.
La película es dura por el tema que trata, tan de actualidad y que seguro que muchos, entre los que incluyo, hemos podido vivir de cerca. La historia, aunque por una parte nos habla de lo que puede llegar a hacerse por amor y de cómo la vida sigue a pesar de los pesares, tiene un trasfondo muy triste y Julie Christie con su interpretación consigue transmitir emociones, con su mirada perdida, sus ademanes dudosos y la confusión constante de su personaje.
Además de ellos 2 cabría destacar detrás de la cámara a la directora y guionista (basada en una historia corta de Alice Munro) de la película, Sarah Polley, que ya había dirigido alguna cosilla anteriormente, pero que este supone su gran debut en el largometraje y que conocemos sobre todo por su faceta interpretativa y más aún en España como musa de Isabel Coixet (a este nombre siempre le asocio un ruidillo gutural de esos que ella suele hacer Arrrgggg!!!) con la que ha protagonizado La Vida Secreta de las Palabras y Mi Vida sin Mí. Gran trabajo aquí también para ella, para mí influenciada, o al menos de un estilo muy similar al de la directora española.
También se podría ver la mano de otro director con el que ella ha trabajado, Atom Egoyan, pero en este caso esa relación es más directa porque él es uno de los productores.
Me parece una película muy recomendable, conmovedora, cruda, emocional y realista, que retrata unos personajes muy bien dibujados y trata un tema que actualmente tiene gran trascendencia. Lo mejor sin duda la interpretación de Julie Christie, que sin hablar dejar ver muchas cosas a través de ella, sin caer en el dramatismo exagerado en el que la historia podía fácilmente haber desembocado.
Solamente hay un dato curioso. Una de las doctoras de la residencia de ancianos (Alberta Watson) era la directora de la UAT en la serie 24… inquietante.
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