Ya que hacía tiempo que no me dejaba ver por aquí, voy a dar, cual expresidente del gobierno, una clase magistral de cine (término muy pomposo, pero que no implica, necesariamente la excelencia que insinúa), que debería ser la primera, pero no la última sobre estos temas.
Dejémonos de tecnicismos y vamos con la primera entrega, que precisamente es el que da nombre a quien escribe: McGuffin.
La explicación que el maestro hacía de este término era mediante una anécdota:
Dos hombres viajan en un tren. Uno le pregunta al otro:
«¿Qué es ese paquete que hay ahí arriba?»
El otro hombre responde: «Ah, eso es un McGuffin.»
El primero, intrigado, le pregunta: «¿Y qué es un McGuffin?»
«Pues,» contesta el otro hombre, «es un aparato para atrapar leones en los highlands escoceses.»
A lo que el primer hombre responde: «¡Pero si no hay leones en los highlands escoceses!»
Y el otro hombre contesta: «¡Entonces eso no es un McGuffin!»
Como posiblemente no resulte muy clarificador, vamos a explicarlo de nuevo. Un McGuffin es un elemento (objeto, persona, acción,…) que acapara la atención del espectador, y en torno al cual gira la historia, aunque en realidad su importancia por si mismo es irrelevante, sólo sirve de vehículo para avanzar la trama y de hecho no suele conocerse mucho sobre él, aunque en un principio puede parecer que va a ser relevante.
Casos más curiosos son la palabra “Rosebud” que actúa como McGuffin en Ciudadano Kane, o la investigación de Twin Peaks, ¿quién mató a Laura Palmer?
Y prefiero no meterme en la vida real con las religiones…
Enlaces | En la Wikipedia | El Maletín de Pulp Fiction | Otra Explicación