Moretti es de esas personas que no deja indiferente a nadie, con admiradores y detractores que lo aman y odian a partes iguales, en parte cuestionado por sus ataques Berlusconianos. En esta película, por vez primera, renuncia a ser actor de la misma, dejando su espacio a Silvio Orlando a la joven protagonista Jasmine Trinca (fabulosa en La Meglio gioventù), y a Margherita Buy entre otros.
La crítica se ha rendido a sus pies, alabando las virtudes de una película que emociona y hace pensar, que habla y manifiesta el amor doloroso, que hace llorar, y se muestra síncero y profético acerca de la precariedad italiana, que permite verse reflejado en cuanto vemos. (estos son algunos de los comentarios que se dicen por ahí de esta película).
Ójala la estrenen aquí, como hicieron con Caro Diario o La Stanza del figlio, y podamos deleitarnos con su visionado, pues a tenor de lo leido, promete.
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