Reparto: Juan Diego (Damián), Silvia Munt (Patricia), Eusebio Poncela (Álex), Mercedes Morán (Carol), Mario Paolucci (Max), Gustavo Salmerón (Ernesto), Alex Brendemühl (Fidel), Marta Etura (Laura), Juan Navarro (Víctor).
Guión: Roger Gual y Javier Calvo.
Producción ejecutiva: Quique Camín.
Música: Scott Herren.
Fotografía: Cobi Migliora.
Montaje: Alberto de Toro.
Dirección artística: Stephane Carpinelli.
España, Argentina, 2005
Hay que partir del hecho de que hacer una película es una ardua tarea en la que todos los aspectos ha tener en cuenta para sacarle adelante ya requieren un gran esfuerzo, por lo que ya sólo por eso, requiere un gran respeto.
Pero a pesar de que se ponga gran empeño en hacerla y que se haga bien, no siempre el tema o la forma de tratarlo atraen al espectador. En este caso es lo que a mí me ha pasado.
Es la historia de los componentes de una comuna medio hippie que se reúnen 30 años después en el mismo caserón en que vivieron para darse cuenta de que todo ha cambiado, ni son las mismas personas ni viven en el mismo mundo.
No me interesa para nada lo que hablan estos personajes, ni como era su vida ni como la están viendo en ese momento. No ha conseguido captar mi atención y los diálogos me han parecido los mejores insulsos, otros no tienen ni pies ni cabeza y como decía los he visto muy forzados.
Quizás sea que uno no se ve identificado con ninguno de los personajes ni con su forma de actuar o ver el mundo, pero desde el primer minuto la cosa no pinta bien y hay que decir que según va avanzando sigue igual y el final, tras contar una historia de unos personajes que no me han atraído, me da exactamente lo mismo, me deja indiferente. Todo acaba igual que ha empezado.
Tengo que decir una cosa. Para los que no estén para nada de acuerdo con mi opinión, les sugiero que se lean la que nos dio Chufo hace un tiempo, que es diametralmente opuesta. Es que el cine, es lo que tiene.
Relacionados | Remake, Roger Gual | Marta Etura | Remake crítica película