Dirección: Guillermo Fesser.
País: España.
Año: 2006.
Duración: 103 min.
Género: Comedia.
Interpretación: Cándida Villar (Cándida), Jorge Bosch (Pablo), Raúl Peña (Javi), Víctor Sevilla (Julián), Yaiza Guimare (Mónica), Toni Morant (Flores), Joan Massotkleiner (Riki), María Elena Fesser (marquesa Martínez Campos), Maxi Márquez (marqués Martínez Campos), Soledad Mallol (Blasa), Pedro Ruy-Blas (vecino).
Guión: Guillermo Fesser y Javier Fesser; basado en el libro de Guillermo Fesser «Cándida, memorias de una asistenta: Cuando Dios aprieta, ahoga pero bien».
Producción: Luis Manso, Javier Fesser y Gustavo Ferrada.
Música: Cope Gutiérrez.
Fotografía: José María Civit.
Montaje: Iván Aledo.
Dirección artística: Javier Fernández.
Vestuario: Tatiana Hernández
Hay que ver esta película. Pocas veces una película española es capaz de generar tantas risas como logra Cándida. El mayor acierto y núcleo de la película es su protagonista indiscutible, Cándida. Cándida es una mujer que se gana la vida limpiando suelos, con un ánimo a pruebas de bomba, que nunca se queja o lamenta y siempre está dispuesta a cuidar de sus hiijos, aunque tengan más de treinta años y uno esté como las maracas de Machín y el otro sea drogadicto.
Oír a Cándida es un parto, habla con frases hechas las más de las veces, se inventa palabras o las pronuncia mal, y lo hace de manera natural porque le sale así sin impostura alguna de ahí que provoque nuestras risas.
Fresser de Gomaespuma deja su impronta en la película con esos ramalazos surrealistas y algunas escenas que parecen la plasmación visual de los gags de su programa.
La historia en sí no tiene mucha chicha, y lo que importa es comprender mejor a Cándida o asombrarnos con su carácter, su sentido del humor, su echar para adelante contra viento y marea, con una sonrisa que desarma a cualquiera y ser testigos de sus conversaciones con los dueños de las casas que limpia, con el pescadero, con el presentador de un telediario, etc.
Cándida me ha hecho emociarme, reírme mucho, echar mano del pañuelo, no es poco para una ópera prima. El mundo necesita muchas Cándidas, para que aún pueda resultar un lugar habitable.
La segunda parte, a partir de su aparición en el telediario pierde intensidad y el interés decae. De todos modos la recomiendo.