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Hijos de los hombres crítica película

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Hijos de los hombres cartel películaDirección: Alfonso Cuarón.
Países: Reino Unido y USA.
Año: 2006.
Duración: 109 min.
Género: Thriller, ciencia-ficción.
Interpretación: Clive Owen (Theo), Julianne Moore (Julian), Michael Caine (Jasper), Chiwetel Ejiofor (Luke), Charlie Hunnam (Patric), Claire-Hope Ashitey (Kee).
Guión: Alfonso Cuarón, Timothy J. Sexton, David Arata, Mark Fergus y Hank Ostby; basado en la novela «Children of men» de P.D. James.
Producción: Marc Abraham, Eric Newman, Hilary Shor, Tony Smith e Iain Smith.
Música: John Tavener.
Fotografía: Emmanuel Lubezki.
Montaje: Alex Rodríguez y Alfonso Cuarón.
Diseño de producción: Jim Clay y Geoffrey Kirkland.

Imaginemos que estamos en el año 2027 y que como consecuencia de una pandemia las mujeres dejaron de ser fértiles y de traer por tanto descendencia a este mundo desde el año 2008. Supongamos que reina el caos, el nihilismo, los atentados, que la dejadez más absoluta se apodera de la gente, condenada a desaparecer, sin ilusión y esperanza que alimente su futuro.

La violencia forma pues parte del paisaje, cunde el desorden, los inmigrantes que llegan a Reino Unido, donde se sucede la acción, son encerrados en jaulas (al estilo Guantánamo).

La piedra angular de la historia es Theo, antiguo activista que ahora lleva una vida acomadada, pero que a raíz del encuentro que mantiene con su ex-mujer, una activista, la cual le pide que le proporcione papeles, para que una chica de su organización logre salir del país, se verá envuelto en una vorágine infernal, en una espiral caótica, donde Theo y Kee que así se llama la chica verán peligrar su vida en todo momento, con la esperanza de que los continuos cascotes que caen a su alrededor de ese mundo que se desintegra inexorablemente, no les alcancen y puedan lograr su cometido. Un cometido que como se verá puede suponer un cambio transcedental en la historia.

A Theo lo interpreta Clive Owen, dando vida a un personaje apático, un antihéroe que sin pensarlo dos veces pondrá su vida en juego por salvar a Kee.
Julianne Moore, que interpreta a la mujer de Theo, apenas la vemos cinco minutos.

Cuarón el director de esta cinta, logra y este su mayor acierto, merced a la extraordinaria fotografía Emmanuel Lubezki (El asesinato de Richard Nixon, El nuevo mundo), plasmar con gran fuerza un clima irrespirable y asfixiante, decrépito, donde queda bien explicitado el caos que se vive, la perdida de cualquier valor, el quebrantamiento del orden moral, donde las hordas de salvajes humanos la emprenden con el primero que pillan y donde las fuerzas del orden primero disparan y luego preguntan.

Es el último lapso de la película, en su tramo final, infartante, cuando la acción toma más fuerza, nos vemos entonces inmersos con gran verosimilitud dentro de un campo de batalla, donde las balas pasan muy cerca y donde la vida no vale nada.

Una vez vista nos lleva a plantearnos qué haría nuestra sociedad ante un caso parecido. Seguramente sucedería algo parecido a lo que vemos en la película. (Me recuerda al libro de Saramago, Ensayo sobre la ceguera),

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