Sobran las palabras. Lo cierto es que Shrek era un poco bruto, pero su primo español, Bonilla, le supera. Sólo le falta el color para ser calavaditos. A ver si va a ser por algún encantamiento y no por haberse bebido un cartón de Don Simon por lo que Bonilla aparece siempre tan aplatanado en las entrevistas…
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