País: Alemania.
Año: 2004.
Duración: 98 min.
Género: Tragicomedia.
Interpretación: Robert Stadlober (Tobi), Kostja Ullmann (Achim), Alicja Bachleda-Curus (Anke), Tristano Casanova (Georg), Miriam Morgenstern (Sandra), Marlon Kittel (Leo), Hanno Koffler (Malte), Jürgen Tonkel (Hansi), Alexa Maria Surholt (Susanne), Jeff Fischer (Flasche), Joseph M’Barek (Ferdl).
Guión: Tom Bahmann y Marco Kreuzpaintner; basado en un argumento de Marco Kreuzpaintner.
Producción: Uli Putz, Thomas Wöbke y Jakob Claussen.
Música: Niki Reiser.
Fotografía: Daniel Gottschalk.
Montaje: Hansjörg Weissbrich.
Diseño de producción: Heike Lange.
Vestuario: Anke Winckler
La asunción de la condición sexual, ese paso liberador y a menudo traumático es la esencia de esta entretenida comedia dramática alemana.
Un grupo mixto de remadores Bávaros van a disputar el torneo juvenil y para ello se trasladan hasta una presa donde tendrá lugar la competición. Allí se dan cita varios grupos mixtos de jóvenes remeros de las diversas partes del país Alemán.
Tobi es el protagonista de la historia. Está enamorado de Achim pero no le confiesa a éste su amor y mientras tanto va tirando como puede con su novia, la guapísima Anke (interpretada por Alicja Bachleda-Curus). A su vez Achim está saliendo con Sandra y cuando Tobi se pone muy cariñoso lo rechaza sin llegar a intuir los sentimientos que Tobi siente hacia su persona.
A partir de entonces Tobi debe aclarar sus ideas, aceptar quién es y hacer de ello partícipes a los demás. Se alternan momentos hilarantes con otros más dramáticos, como los sentimientos encontrados que genera Tobi a su alrededor; el sufrimiento que genera en Anke, en Achim, en Sandra, todos ellos víctimas del descentramiento y miedo de Tobi.
Tormenta de verano es una agradable y amena comedia, que se disfruta por la bonhomía de la historia, que plasma con acierto el estallido hormonal de un grupo de adolescentes sin caer en la grosería ni en el morbo gratuito, sino que con gran sutileza, y con unas interpretaciones notables permite que ese tránsito sea conmovedor y bello, como lo es amor, sin tener en cuenta quienes aman ni en quienes depositan su amor. Un alegato pues a favor del amor, homo o hetero, de la tolerancia, que desnuda al alma de miedos y rechazos autoimpuestos.
Eso sí una película de estas características en España no me la imagino y es que Alemania siempre ha sido un país muy desarrollado. En el terreno sexual también, lo cual permite que un equipo de remeros lleve por nombre «QueerSchlog».