País: USA.
Año: 2005.
Duración: 144 min.
Género: Biopic, drama.
Interpretación: Russell Crowe (Jim Braddock), Renée Zellweger (Mae Braddock), Paul Giamatti (Joe Gould), Craig Bierko (Max Baer), Bruce McGill (Jimmy Johnston), Paddy Considine (Mike Wilson), David Huband (Ford Bond), Connor Price (Jay Braddock), Ariel Waller (Rosemarie Braddock), Patrick Louis (Howard Braddock).
Guión: Cliff Hollingsworth y Akiva Goldsman; basado en un argumento de Cliff Hollingsworth.
Producción: Brian Grazer, Ron Howard y Penny Marshall.
Música: Thomas Newman.
Fotografía: Salvatore Totino.
Montaje: Mike Hill y Dan Hanley.
Diseño de producción: Wynn Thomas.
Dirección artística: Peter Grundy y Dan Yarhi.
Vestuario: Daniel Orlandi.
Dice Bukowski en uno de sus poemas ( El perdedor ) que tras un altercado en el que estando él por medio llovieron los mamporros, fue a su casa, se arrancó las vendas de las manos y se puso delante de su máquina de escribir y y no he dejado de pelear desde entonces . Se puede plantar cara a la vida de muchas maneras, no solo enseñando los puños, exprimiendo las ubres de los tinteros como ha hecho Bukowski y otros muchos por ejemplo a lo largo de la historia.
Pero en esta ocasión la película de Ron Howard va sobre la vida de Braddock, un boxeador de origen irlandés que vive en New Jersey y que roza con las yemas de las manos el título de campeonato mundial y que como consecuencia del crak 29, en el que la economía se fue el traste, viniendo la gran depresión, pasa a mal vivir junto con su mujer y sus tres hijos, en una casa en la que pasan hambre y frío ( recuerda a las Cenizas de Angela, pero sin llegar a los extremos de esta), en una situación en la que conseguir un trabajo es empresa difícil y donde el futuro es más negro que la mugre de las uñas. Pero la vida a veces ofrece segundas oportunidades guiñando el ojo a los desventurados.
La película atesora muchas cosas positivas, entre ellas, que durando más de dos horas no se haga nada pesada, gracias a un montaje eficaz, que dosifica bien la acción, alternando momentos tristes con otros más amenos y no abusando de las escenas de Bradock repartiendo estopa ( salvo los últimos veinte minutos), creando a su antojo géiseres de sangre en sus rivales. Pero tengo la sensación de que si en lugar de ser Crowe el que interpreta a Bradock, hubiese sido alguien desconocido, esta película nos la podían emplumar pefectamente, un domingo a las cuatro de la tarde, cualquiera de nuestras televisiones, como un telefilme más del montón.
Cinderella Man, levanta el vuelo un poco sobre las películas de sobremesa, pero no lo suficiente para una película de este prespuesto y de los medios disponibles. La película para nada me ha dejado KO, sólo he recibido algún leve moquetón que otro, del que apenas quedará huella en unos días, al igual que el recuerdo de esta película.
Cinderella Man IMDB | Web oficial