Reparto: Natalie Portman (Evey), Hugo Weaving (V), Stephen Rea (Finch), Stephen Fry (Deitrich), John Hurt (Adam Sutler), Tim Pigott-Smith (Creedy), Rupert Graves (Dominic), Roger Allam (Lewis Prothero), Ben Miles (Dascomb), Valerie Berry (Bane), Sinead Cusack (Delia Surridge), Nathasha Wightman (Valerie), John Standing (Lilliman).
Guión: Los Hermanos Wachowski; basado en la novela gráfica creada por Alan Moore y David Lloyd.
Producción: Joel Silver, Grant Hill, Andy Wachowski y Larry Wachowski.
USA, Reino Unido, Alemania 2005
Hace un par de semanas mi amigo Jorge F, ya comentaba esta película en cuak.
Nos encontramos ante un potente alegato político que arremete contra políticos enfermos de poder y vanidad, curas pedófilos, policías corruptos y sanguinarios, periodistas vendidos, ciudadanos pasivos y asustados que no alzan la voz, y un gobierno capaz de hacer lo inimaginable, creando falsos enemigos (parecido a las armas de destrucción masivas que propagaba a los cuatro vientos Bush, que había en Irak, para justificar la invasión, y que luego no aparecieron) para justificar su sistema de represión.
Pero el sistema está tan corrompido, que con unas cuantas muertes poco se consigue, así que el golpe de efecto, la traca fallera, que quebrará esa realidad adormecida, enjaulada y domada, será la dinamitación del Parlamento, ese edificio que debe representar al pueblo, pero que como una mala hierba venenosa, por culpa de políticos desalmados, corre el riesgo de contaminar todo cuando hay con vida a su alrededor, pues está corrupto, y sólo haciéndolo volar por los aires, y tras el consiguiente caos que se generará, luego se conseguirá empezar de cero, contando con los ciudadanos, en un nuevo orden de cosas que será mejor que el régimen fascista precedente.
Dicho esto, apuntar que la carga política, el mensaje explícito de la cinta, importa más que la acción en sí, por tanto poco importan los efectos especiales, las escenas de acción o pirotécnicas.
Pero reducirlo a si se trata de una apología o no del terrorismo es banal y cansino. Estamos más que hartos de ver toneladas ingentes de violencia en televisión, de asesinos en serie, de Rambos, y Norris ajusticiadores, de amenazas fantasmas y alienígenas que hacen volar nuestro planeta, y no pasa nada, y lo que que aquí ha de prevalecer es el sentido metafórico de la lucha, de rebelarse ante un régimen despótico y fascista, que mata y amedrenta y que solo presta atención cuando le ponen los muertos encima de la mesa, porque de eso entiende, de palabras desgraciadamente no.
Quien acompaña a V es Natalie Portman, la cual al lado de V, que le hace pasar las de Caín, comprenderá la historia de sus padres, al tiempo que aclara sus ideas, quedando finalmente prendida de ese misterioso hombre enmascarado.
V for Vendetta es pues una película muy recomendable con la que pasar un par de horas muy entretenidas, al tiempo que plantea importantes preguntas para la reflexión. Hoy en día los Gobiernos sufren el terrorismo al mismo tiempo que ellos llevan a cabo acciones que se podrían catalogar de tales (como Guantánamo, o los ataques preventivos, no exentos de daños colaterales, en los que primero se bombardea y luego ya se verá si estaban o no en lo cierto. Eso de que un Gobierno, aplique como los Américanos el refrán, «Quien da primero da dos veces, asusta» y da tanto pavor como cualquier acción terrorista)
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