Dirección: Harold Ramis. País: USA. Año: 2005. Duración: 88 min. Género: Thriller, comedia. Interpretación: John Cusack (Charlie), Billy Bob Thornton (Vic Cavanaugh), Connie Nielsen (Renata), Oliver Platt (Pete), Randy Quaid (Bill), Mike Starr (Roy), Lara Phillips (Rusti), Ned Bellamy (Sidney), Brad Smith (Ronny), Bill Noble (Culligan), T.J. Jagodowski (Tyler). Guión: Richard Russo y Robert Benton; basado en la novela de Scott Phillips. Producción: Albert Berger y Ron Yerxa. Música: David Kitay. Fotografía: Alar Kivilo. Montaje: Lee Percy. Diseño de producción: Patrizia von Brandenstein. Vestuario: Susan Kaufmann
Se basa en la novela negra homónima de Scott Phillips. No he leído la novela, así que no sé cuanto puede tener de negra, pero la película sí tiene ese ambiente del cine oscuro de gansters, aunque dirigiendo Harold Ramis, la comedia tenía que estar muy presente, así que lo podríamos calificar de cine humurístico negro.
El fino sentido del humor que aparece en algunos momentos del film es remarcable, pero también hay muchos chistes fáciles. El resbalón con el hielo del parking, el borracho que pota en el coche o hace etílicas reflexiones sigue haciendo gracia, y de eso aquí hay mucho, en su mayor parte proporcionado por Oliver Platt, esa especie de amigo del prota tan típico que pone la nota de humor. Lo malo es que cuando este el personaje que más llama la atención, el resto no suele ser muy bueno.
John Cusack, que interpreta al protagonista, hace el papel de siempre, serio a pesar de estar metido en todas las situaciones graciosas, hace reír con su presencia, pero además aporta serenidad y clase. Le da la réplica Billy Bob Thornton, en un papel bastante más secundario y sin mucha profundidad, necesario para hacer encajar las piezas de la historia y punto.
Ellos dos han robado al jefe del primero y ahora pretenden huir con el dinero, pero tienen que pasar las últimas horas en la ciudad de Wichita fingiendo que no ha pasado nada. Piensan que el jefe no se ha enterado, pero no es así, además de tener que capear otros problemas que van surgiendo. Por medio se interpondrán muchas cosas: la nieve, la mafia, el alcohol, la familia, pero sobre todo una mujer con aire de antigua diva, interpretada por una muy atractiva Connie Nielsen, capaz de hacer perder la cabeza a cualquiera.
El escenario es una ciudad de Wichita totalmente nevada en Navidad. Hay un chiste sobre la ciudad que aparece continuamente y se han dedicado a traducir, convirtiéndolo en una frase insulsa y sin sentido. Cuando Wichita cae, cae tan bajo como Wichita Falls, o algo así. El original era un juego de palabras en inglés (When Wichita Falls, So Falls Wichita Falls), pero en español no tiene (la misma) gracia.
