Nacionalidad Dinamarca-USA-Reino Unido
Dirección Bille August
Intérpretes Connie Nielsen (Charlotte Cory) Kelly Preston (Susan Kennan) Aidan Quinn (Frank Nitzche) Mark Holton (Joe Charbonic Timothy Daly (Martin North)
Guión Neal Purvis Robert Wade
Fotografía Dirk Brüel
Música Harry Gregson-Williams
Montaje John Scott
La mona aunque se vista de seda, mona se queda dice el refrán. Pues bien a Connie Nielsen protagonista de la película le pasa lo mismo. Ya le pueden enmarañar el pelo, tatuarla y endosarle un traje de presidario, que su belleza carnal mana a borbotones como el agua en las fuentes de los restaurantes chinos.
Tras pequeños papeles en La presa, La cosecha de hielo, Gladiator , Pactar con el diablo , Basic y otros de más enjundia como Demonlover , Connie Nielsen, la belleza danesa de cuarenta años, asume el protagonismo absoluto de la cinta.
La película puede pasar perfectamente por un telefilm, resultando anodina y tediosa a partes iguales. EL tema de la pena de muerte se trata de soslayo, cuando al fin y a la postre Charlotte ( Connie Nielsen ) tiene los días contados antes de ser electrocutada, y pasa sus últimos días en el corredor de la muerte. La actuación de Aidan Quinn, Frank resulta creible, con esos ojos acuosos y ese dolor que lo lacera. Lo más gracioso es el polvo imaginario que echan en la cárcel. Lo demás transita por la vereda del aburrimiento más absoluto.
Da la impresión de que Bille August hubiera aceptado el encargo por compromiso, por cumplir, pues la película no tiene ninguna chispa, nada brillante que sorprenda.
El problema de la película es que toca varias cosas de forma superficial. La pena de muerte se acomete de refilón ( no como en Dancer in the dark, un testimonio que deja las cosas bien claras al respecto). El tema de los abogados y el sentido de la justicia lo mismo, no se entra a saco, y poco importa si Charlotte puede estar en la trena, cuando nunca se encontró el cuerpo de la niña, que presuntamente ella asesinó, y ya se sabe que si no hay cadáver, no hay asesinato. Luego la relación que parece surgir entre Charlotte y Frank es simplona y poco convincente. En fin, que August ha hecho una película mediocre. El único punto divertido de la cinta, es el policia orondo que apunta como novelista, fajado en escribir un best seller sangriento y de ánimo belicoso.
Sentencia de muerte IMDB
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