Kate hudson se inicia con esta película en el género de terror, dando vida a una cuidadora que va a parar a una casa grande y aterradora a las afueras de Nueva Orleans, en la américa profunda, que posee todos los elementos propios para asustar y desear estar lo más lejos posible de dicho inmueble. En la casa habita un matrimonio de avanzada edad. Él está en silla de ruedas y apenas habla, si bien su mirada parece querer decir algo. Ella, su esposa, con trazas de bruja en ciernes, se encarga de su cuidado y no congenia con la joven cuidadora.
Pulula por la casa el abogado que se encarga de la gestión de los papeles de la pareja, y por último una amiga de la cuidadora a la que ésta recurre en varias ocasiones. La película tiene su punto cuando la trama deriva hacia asuntos relacionados con los maleficios, encantamientos.
El disco en el que suena la voz de Papa Justify si que asusta y es esa parte la única reseñable.
Por lo demás la película es aburrida, insulsa, carente de ritmo, con algún que otro susto y con un final que ofrece alguna sorpresa bien trabajada. La señora ( Gena Rowlands) está estupenda dando vida a esa anciana detestable y malvada, que acojona y John Hurt ( el anciano ) si bien dice cuatro palabras, muestra su talento. Por último Kate Hudson se adentra en el género de terror, con el mismo éxito que obtuvieron otras compañeras de viaje cuando les toco lidiar en plazas similares; Michelle Pfeiffer (Lo que la verdad esconde), Jodie Foster (La habitación del pánico) Elisha Cuthbert ( La casa de cera) Maria Bello (The dark)