Reparto: Michael Rennie (Klaatu/Carpenter), Patricia Neal (Helen Benson), Hugh Marlowe (Tom Stevens), Sam Jaffe (Prof. Jacob Barnhardt)
Guión: Harry Bates / Edmund H. North
Producción: Julian Blaustein
Fotografía: Leo Tover
Música: Bernard Herrmann
USA 1951
Hoy mismo se estrena el remake de esta película, más de 50 años después de la original, que es de la que os voy a hablar, la de Robert Wise. Viendo el trailer de la nueva, que no creo que pueda ver en pantalla grande a no ser que se mantenga muchas semanas, parece que hay bastantes diferencias entre ambas.
El planteamiento es muy sencillo. Un día, de repente, una nave extraterrestre aparece en el cielo y aterriza en la Tierra. De ella salen un hombre de apariencia humana acompañado de un robusto robot metálico.
El extraterrestre que acaba de aterrizar es herido por una bala, lo que desata la ira del robot, pero se logra mantener la calma y el extraterrestre es llevado a un hospital. Allí, restablecido enseguida de la herida, explica que quiere reunir a todas las naciones de la Tierra para advertirles del mal camino que llevan, que supone una amenaza no sólo para nuestro mundo, sino para otros que nos rodean. Su mensaje es claro, advierte de que de seguir así la Tierra será destruida antes de que suponga una amenaza mayor.
Una de las películas de ciencia ficción más míticas del cine. Hoy en día los efectos especiales parecen cutres, pero la situación entre los países y la falta de entendimiento entre ellos que critica entonces y ahora no difiere mucho. Las guerras, los bandos, la destrucción del medio ambiente, las grandes armas, estas y otras amenazas siguen existiendo.
En fin, una joya de la ciencia ficción que está considerada entre las mejores películas del género. Por ejemplo en la lista de IMDB aparece actualmente la nº 21 y el American Film Institute (AFI), también la ha metido en el puesto 5.
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