Dirección Spike Lee Intérpretes Denzel Washington (Keith Frazier)
Clive Owen (Dalton Russell)
Jodie Foster (Madeliene White)
Christopher Plummer (Arthur Case)
Willem Dafoe (John Darius) Guión Russell Gewirtz Fotografía Matthew Libatique Música Terence Blanchard Montaje Barry Alexander Brown Año 2005 Nacionalidad USA T. original Inside man
Últimamente estoy viendo algunas películas de acción interesantes y muy recomendables, como 16 calles, con la que Plan Oculto guarda cierta similitud, ya que la historia en ambos casos va de la toma de rehenes y de como las fuerzas del orden se las han de apañar para resolver la situación lo mejor posible.
Spike Lee, dirige esta cinta, a la que le insufla un dinamismo y una emoción bien dosificada, con abundancia de rápidos planos, que parecen fotografías, que no permitar quitar el ojo de la pantalla durante buena parte de la misma. A ello se debe un hábil guión del debutante Russell Gewirtz , que permite alejarse del trillado camino recorrido por películas del mismo género, que han abordado el tema de los atracos con rehenes, para darle un enfoque diferente, que permite no caer en los tópicos y convencionalismos del género; para ello los atracadores que deciden atracar un banco (el Manhattan Trust), son inteligentes, cuando menos, su cabecilla, Dalton Russell (Clive Owen), que lo tiene todo perfectamente estudiado, tanto, que se da el lujo de jugar con los negociadores Denzel Washington (Keith Frazier) y Bill Mitchell manejándolos a su antojo como si de dos peleles se tratara, al conocer perfectamente como reaccionarán estos, ante sus movimientos, como si de una partida de ajedrez se tratara.
Desdibujada queda la figura de Jodie Foster (Madeliene White), que tampoco pinta mucho en la historia y que apenas se asoma unos minutos, la cual tras una charla mantenida con el dueño del banco, tratará de hacerse con algo muy valioso para ese hombre. Sobre ese algo es sobre lo que va todo el asunto.
Sin ser una obra maestra, es una película bien hecha, y bien interpretada sobre todo por Denzel Washington y Clive Owen, a la que quizá si que le sobra media hora del final, con una historia interesante y bien desarrollada, en la que Spike Lee, no carga las tintas en exceso sobre el problema racial, pero aun con todo deja unos cuantos pullazos sobre el tema (como el papel del árabe secuestrado, o las palabras del policia racista).
