Algo Pasa en Las Vegas (What happens in Vegas…. 2008)

Dirección: Tom Vaughan.
Reparto: Cameron Diaz (Joy McNally), Ashton Kutcher (Jack Fuller), Rob Corddry (Steve Hader), Treat Williams (Jack Fuller padre), Dennis Miller (juez Whopper), Lake Bell (Tipper), Queen Latifah (Dra. Twitchell), Dennis Farina (Banger).
Guión: Dana Fox.
Producción: Michael Aguilar, Shawn Levy, Jimmy Miller y Arnon Milchan.
Música: Christophe Beck.
Fotografía: Matthew Leonetti.
Montaje: Matthew Friedman.
Diseño de producción: Stuart Wurtzel.
Vestuario: Reneé Ehrlich Kalfus.
USA 2008

He leído en algunos sitios la comparativa de esta película con Algo pasa con Mary, debido más que nada al título, pero el original no tiene nada que ver en uno y otro caso, What happens in Vegas… y There’s something about Mary, puede ser que los avispados traductores de títulos españoles de películas una vez más hayan intentado dárnosla con queso, ya que sus cerebros parecen pensar de una manera diferente a los del resto del mundo, pero si esa ha sido su intención, su intento es más bien pobre. La película la hubieran podido vender más comparándola a La cosa más dulce, a la que sí se parece mucho más, a pesar de que no es lo mismo una pareja Cameron Díaz con Christina Appelgate, que con el payasete de Ashton Kutcher.

Tampoco tienen desperdicio las traducciones del título en otros países: Locura de amor en Las Vegas (Argentina / Uruguay), Jackpot (Francia), Jogos de Amor em Las Vegas (Brasil), Love Vegas (Alemania), Notte brava a Las Vegas (Italia),… parece que no somos los únicos saqueadores de títulos.

Bueno, pues ya conocemos a los 2 protagonistas, por un lado está la contundente Cameron Díaz, que sigue en su empeño de mezclar interpretaciones serias (En sus Zapatos, Cómo ser John Malkovich, Cosas que diría con solo mirarla, Gangs of New York, Vacaciones…) con irreverentes y olvidables subproductos cómicos (La cosa más dulce, Los Ángeles de Charlie,… ) en que lucir, sobre todo su trasero en la mayoría de ellas y contornearse ante los ojos del espectador. De tan exagerado que es su afán de exhibicionismo, yo diría que ya ni se agradece, pero así es en todos los casos. Y sin embargo, seguimos picando el anzuelo en cuanto vemos a la rubia en cartel y nos tragamos la peli, para decir lo mala que es, pero comprobar al menos que sigue manteniendo su atractivo.

Esta vez las chicas tienen también su reclamo, la del tontorrón de Ashton Kutcher, que le da la réplica como coprotagonista. A estas alturas decir que Ashton Kutcher es más conocido por ser el noviete de la madura Demi Moore, que por sus dotes interpretativas, quizás sería pasarse… pero no tanto. Este, ya treintañero, actor nos ha dejado en algún momento ver su potencial (una vez más, y siempre lo hago hablando de él, tengo que referirme a El efecto mariposa), pero por el momento no parece dispuesto a explotarlo de nuevo, así que nos tenemos que conformar con verlo hacer el tonto en las llamadas buddy comedies (que hay quien las ha traducido con el denteroso nombre de comedias de colegas) o comedias románticas que tiran más hacia lo cómico que hacia lo romántico.

El argumento que une a estos 2 actores en esta comedia da la impresión de que esté pensado en primicia para ellos, para ese segundo tipo de comedias vanas que tanto les gusta hacer (supongo que por cobrar el cheque con un buen número de ceros, y poco más). No tiene mucho de donde sacar una gran historia. Juegan con el tópico de las bodas rápidas en Las Vegas, donde los 2 protagonistas se casan justo la noche anterior a que les toque un gran premio en un casino, por lo que se ven obligados a compartir el premio y vivir juntos como marido y mujer. Esa es la excusa para unas cuantas situaciones (no muy) divertidas y un devenir de la historia más que previsible, y es que en estos tipos de películas las cosas siempre tienen que ir por el mismo sitio, sino serían aún peores.

Mi recomendación es no malgastar ni un minuto con ella.

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