Boarding Gate crítica película

Boarding gate cartel películaDirección y guión: Olivier Assayas.
País: Francia.
Año: 2007.
Duración: 105 min.
Género: Thriller.
Interpretación: Asia Argento (Sandra), Michael Madsen (Miles), Kelly Lin (Sue), Kim Gordon (Kay), Carl Ng (Lester), Joana Preiss (Lisa), Alex Descas (Andrew).
Producción: François Margolin.
Fotografía: Yorick Le Saux.
Montaje: Luc Barnier.
Dirección artística: François-Renaud Labarthe.
Vestuario: Anaïs Romand

Assayas adalid de la transnacionalidad presenta una galería de personajes distantes e inaprensibles, regidos por códigos sexuales y morales que hace tiempo fueron devorados por el fuego de la modernidad.

Localizaciones en diferentes continentes, tres idiomas: chino, francés e ingles, caos y desorden, son el paisaje en el que se mueven los personajes de Boarding Gate, esa puerta de embarque que no lleva a ninguna parte porque ya no quedan lugares adonde huir y la realidad es un estado mental con trazas de delirio.

Miles, un empresario americano al comienzo de la cinta dice querar dejarlo, algo que ahora no va ser posible, replica su interlocutor. Recibe luego la visita de Sandra, con la que ha mantenido relaciones, la cual ha trabajado para él, acostándose con hombres sonsacándoles semen e información, la misma que le hace andar a cuatro patas esposado ante ella, ese angel negro capaz de aniquilar cualquier reticencia, la misma que una noche le disparará en la cabeza comenzando así su huida.

Todo lo que vemos es un continuo frenesí. No hay lugar para el reposo, así que hay que beber, follar, drogarse, moverse, cantar, cambiar de país, de continente, para lo que se requiere una cámara agitada, nerviosa, que muestre los devaneos existenciales de Sandra, la cual tiene la pinta de esas mujeres que están de vuelta de todo y parece sobrarles todo lo que va después del «te quiero».

La sexualidad y la violencia se dan la mano y se abrazan en la espídica Sandra quien no cede ni siquiera al sueño, embebida en una huida que parece no llevarla a ninguna parte, visto el percal de gente con la que se rodea.

De Assayas había comentado su anterior trabajo, Clean, y ambas tienen elementos comunes, como la pluralidad de lenguas, como si el mundo fuera en realidad un lugar pequeño, donde las personas arrastran sus soledades violentas por el planeta, de avión en avión, buscando una paz que no desean.

Lo que resulta curioso es el cartel de la película porque visto así parece que nos encontramos ante una asesina sexual, pero no van por ahí los tiros, dado que el sexo tiene un papel secundario, si bien los productores ya sabemos de que pie cojean y muchas veces dan gato por liebre. No hay sexo, o tanto como algunos creerán, sino una historia apasionante.

Boarding gate, muy a mi pesar, no se ha estrenado en España, porque impide conocer a un realizador francés muy interesante, al que algunos quizá conozcan por su película Demonlover).

Nuestra puntuación

2 comentarios en «Boarding Gate crítica película»

  1. Me gustaban mucho los artículos de Assayas en Cahiers. NO he visto ninguna de sus películas. A ver si consigue ver esto y os doy mi parecer. Saludos.

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