Como el tÃtulo indica, este episodio, además de en los escenarios habituales, se desarrolla en el circo. Hasta allà han de ir nuestros detectivescos amigos a investigar una desaparición.
Tratándose de esta serie, la desaparición ha de conllevar asesinatos, y asà es. Un mimo primero y todo un coche lleno de payasos después. Ya se sabe el tÃpico número de los payasos, que en un coche minúsculo se meten un porrón de ellos. Lo malo de eso es que te caes al rÃo y no hay quien salga del coche.
Creo que es uno de los pocos episodios en los que el depósito de cadáveres no aparece. Aún asà vemos a su peculiar forense desplazarse al lugar de los hechos.
Mientras investigan, Ned se da cuenta de lo que echa de menos a su desaparecida camarera Olive, que sigue por el convento haciendo amistades: una gran cerda (y no es un eufemismo) que la acompaña a todas partes.
Chuck también la echa de menos, más que nada porque le toca sustituirla en la pastelerÃa y desde que Olive ya no les lleva las tartas, sus tÃas Vivian y Lily suelen ir ellas mismas a recogerlas.
Y hablando de Lily, esa es una de las causas de que Olive se haya recluido, y sigue atormentada por el secreto de que es la verdadera madre de Chuck. Le hace visitas al convento, pero Olive sólo puede echárselo en cara hasta cierto punto, pues no hay mucho que le pueda pedir una vez ella piensa que Chuck ha muerto. Por otra parte tampoco quiere que se le escape decirle a Chuck que la que ella considera su tÃa realmente es su madre. Y además está el tema de Ned, de quien sigue enamorada sin que él le corresponda.
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