Grizzly man

Dirección : Werner Herzog.
Guión: Werner Herzog
País: USA.
Año: 2005.
Duración: 104 min.
Género: Documental.
Producción: Erik Nelson.
Música: Richard Thompson.
Fotografía: Peter Zeitlinger.
Montaje: Joe Bini

Estupendo documental de Werner Herzog que ejerce al tiempo de narrador, el cual nos acerca la figura de Treadwell, un enamorado de los osos, que vivió entre ellos durante trece veranos en el Parque y Reserva Nacional de Katmai en Alaska, hasta que en octubre de 2003, fue atacado por uno de ellos y lo mató. A él y a su compañera Amie Huguenard.

Herzog emplea los cientos de horas de grabaciones que Treadwell había rodado durante los útimos cinco años. Va entrelazando, hilando finamente, imágenes de Treadwell ante la cámara, con los comentarios sobre él, que vierten la gente que estuvo a su lado todos estos años: el piloto que lo llevaba al campamento, alguna amiga, antigua ex-novia, encargados del parque…

El amor hacia los osos, revestido de una cierta locura, permitió a Treadwell estar más cerca de un oso de lo que nunca un humano antes lo había estado. Esa popularidad le permitió recorrer cientos de colegios por los Estados Unidos en dónde hablada de los osos, de la necesidad de protegerlos, lanzando ataques contra los cazadores furtivos, y los osos que se sacrificaban anualmente (alrededor de un 6%).

Parece que Treadwell como el mismo cuenta tras su aficción a las drogas, y algún momento en que salva su vida por los pelos, decide volver, «renacer» y su sitio, la redención, la encuentra junto a los osos. Repite una y otra vez a la cámara, que lo que hace le encanta, le apasiona, es el mejor sitio de los posibles, que «ama todo esto«. El suyo no es un estudio metódico, a distancia de los osos, él quiere ser uno más, fundirse con ellos, formar parte de su grupo, desafiando las leyes de la naturaleza, el instinto salvaje y animal de los osos. Durante muchos años Treadwell salió indemne, pero cruzando la raya como él la había cruzado, su muerte no pilló por sorpresa a quienes conocían su peligrosa vida.

Las imágenes de gran fuerza y belleza, hablan por sí mismas, pero como añadido, la hipnótica voz de Herzog, nos aporta su opinión al respecto, la cual es muy interesante. Esto es lo que dice el director, casi al final de la película, mientras se ven las imágenes rodadas por Treadwell:

No se trata de mirar la vida salvaje, sino de mirarnos a nosotros mismos a nuestra naturaleza, y eso, desde mi punto de vista, más allá de su misión, le da sentido a su vida y a su muerte..

Lo que me persigue es que en todos los rostros de todos los osos que filmo TreadWell no veo ningún rastro de parentesco, ni entendimiento, ni piedad, solo veo la abrumadora indiferencia de la naturaleza. Para mí no existe el mundo secreto de los osos, y su mirada en blanco demuestra que solo les interesa la comida. Para Treadwell este oso era un amigo, un salvador….

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