Dirección: Joachim Roenning y Espen Sandberg.
Países: Francia, México y USA.
Año: 2006.
Género: Acción, comedia, western.
Interpretación: Penélope Cruz (María Álvarez), Salma Hayek (Sara Sandoval), Steve Zahn (Quentin Cooke), Dwight Yoakam (Tyler Jackson), Sam Shepard (Bill Buck), Audra Blaser (Clarissa), Denis Arndt (Ashe), Joseph D. Reitman, Ernesto Gómez Cruz (Brujo), Ismael «East» Carlo (Don Diego).
Guión: Luc Besson y Robert Mark Kamen.
Producción: Luc Besson y Ariel Zeitoun.
Música: Eric Serra.
Fotografía: Thierry Arbogast.
Montaje: Frédéric Thoraval.
La primera señal es ver el cártel de la película. Penélope Cruz y Salma Hayek, una de blanco y la otra de negro, mostrando parte de su generoso pecho, embutidas en un ajustado vestido. Son ellas el manifiesto reclamo de la película, por que no hay nada más. Penélope sigue sorprendiéndome con la selección de pésimos papeles que de vez en cuando interpreta (Juegos de mujer, Sahara…).
En esta ocasión además de tener un papel inconsistente, de poco diálogo, plano,hace de una mujer de poco entendimiento, con menos luces que una lancha de contrabando, que solo entiende de caballos. No cómo Salma Hayek, aristócrata y conocedora de Europa, donde ha estudiado, que tras la muerte de su padre, jura venganza y se alía con Penélope, para convertirse en dos bandidas, ladronas de bancos, encargadas de devolver al pueblo Mexicano lo que es suyo.
Cómo productor está Luc Besson (Danny the Dog, Transporter 2..), el cual produce y guioniza las películas de sus amiguetes. Su mano se nota, en algunas escenas, con tomas aéreas, aceleraciones y ralentizaciones de las imágenes…
Los diálogos son irrisorios, el guión es un baturrillo de cosas de las que ninguna funciona: el ex-ladrón de bancos que instruye a las bandidas, la nula química entre las dos protagonistas femeninas, las escasa secuencias de acción, la previsibilidad de la historia, la ligereza de las situaciones..
Lo más grave es que pasando por alto todo lo anterior, esta mediocre película ni siquiera entretiene, y eso que apenas dura una hora y media. El cara a cara entre Penélope y Salma las hace parecer estúpidas perdidas, con sus absurdas discusiones. Las dos , eso sí se muestran muy sensuales y guapas, e incluson le dan unos morreos al protagonista Steve Zahn (Quentin Cooke), sin duda lo mejor de la película, vestidas de cabareteras, en una escena que no viene a cuento, pero que les permite lucir palmito y caldear las plateas.
me parecio una pelicula bastante buena.penelope cruz estava guapisima tambien salma hayek