Dirección: Douglas Law.
PaÃses: Canadá, Francia y Reino Unido.
Año: 2005.
Duración: 98 min.
Género: Thriller sobrenatural.
Interpretación: Andie MacDowell (Kathy Macfarlane), Tim Roth (Jeremy Macfarlane), Samuel Le Bihan (Marc Larieu), Margot Kidder (Endora), Mimi Kuzyk (Isabel), Amanda Jane Tilson (Maggie), Lila Bata-Walsh (Fiona), Tyler Hynes (Frank), Barry Flatman (Al), Cory Bertrand (Fergus O’Brian).
Guión: Ron Base, Anne Ray-Wendling y Heidrun Schleef; basado en la novela «Un soleil trop tard» de Anne Ray-Wendling.
Producción: Claude Carrère, Michael Cowan, Jason Piette y Claude Léger.
Música: Peter R. Lorimer
La última señal es otra mediocre pelÃcula en la onda de cine sobrenatural, al estilo de Frequency, White Noise, Dragonfly o Ghost, en la que alguien muere y los que se quedan en el reino de los vivos, entran en contacto con los que están en el más allá. En esta ocasión quien la ha palmado es Jeremy, un médico que impotente por no ser capaz de salvar tantas vidas como quisiera, se da a la bebida, para acabar empotrado en un poste telefónico en el que pierde la vida, el mismo dÃa en que su mujer, Kathy, decide coger a sus tres hijos y abandonarle, por la mala vida que le está dando.
Tras la muerte de Jeremy, Kathy vuelve a trabajar, pero sigue teniendo presente a su marido: lo ve, lo oye, lo siente y esto la perturba. En acción entra como vecino de Kathy, Marc Larieu, un hombre dispuesto y afable que congenia a las mil maravillas con los hijos de Kathy, y que a esta le hace tilÃn, provocándole algún sueño húmedo que otro. De ahà la importancia de tener una almohada a mano.
El meollo del asunto, por llamarlo de alguna manera es por qué Jeremy trata de ponerse en contacto con Kathy. Lo mejor de la pelÃcula es su escasa duración, algo más de 80 minutos. La interpretación de Tim Roth es tan fugaz que no se puede ni comentar, y en cuanto a Andie MacDowell queda claro que se mantiene muy bien para los años que tiene, que los potinges que se da en la cara le sientan de maravilla, pero que como actriz es funesta. Si algo se le puede achacar a alguien que se dedica a ese mundillo es que sea incapaz de transmitir alguna emoción en su trabajo y MacDowell tiene siempre la misma cara lánguida y apagada, como si lo que ocurre a su alrededor no fuera con ella. Quizá es que desde que la vi en «Matrimonio de conveniencia» o «El dÃa de la marmota» la tengo atravesada. Pero en La última señal está más anodina y glacial que de costumbre.
En resumen La ultima señal es un pelÃcula a olvidar, con una realización sin el menor aliciente, que repite lo mismo de siempre, sin ninguna novedad, ni nada reseñable. Una pelÃcula tan gris y anodina como su protagonista.