Película: Ispansi (Españoles).
Dirección y guion: Carlos Iglesias.
Países: España y Suiza.
Año: 2010. Duración: 101 min.
Género: Drama.
Interpretación: Esther Regina (Paula), Carlos Iglesias (Álvaro), Isabelle Stoffel (Ludmila), Doris Dragos (médico), Eloísa Vargas (Piedad), José de Felipe (tártaro), Bruto Pomeroy (Ángel), Isabel Blanco (Rosario), Iñaki Guevara (Jorge). Producción: Antonio P. Pérez, José Triana y Robert Boner.
Música: Mario de Benito. Fotografía: Tote Trenas. Montaje: Miguel Santamaría. Dirección artística: Vicente Mateu y Lala Obrero. Vestuario: Eva Arretxe.
Hay que reconecerle a Carlos Iglesias el arrojo que ha tenido para llevar a cabo una aventura cinematográfica como esta. Bien podía Carlos haberse embarcado en algo mucho más llevadero, una comedia de sal gruesa por ejemplo y seguro que recaudaría mucho más. Carlos decide llevar a cabo un proyecto difícil, una aventura que abarca casi cuatro décadas, donde nos cuenta la vida de un puñado de hombres y mujeres que comenzada la guerra civil española, dejaron su país, y se fueron a Rusia. En su mayoría eran niños de familias republicanas o procedentes de horfanatos u hospicios, que huyendo de la guerra encontrarían en Rusia un hogar mejor, lo cual se desbarató cuando Hitler decidió conquistar toda Europa y a la Guerra Civil Española le sucedió La Segunda Guerra Mundial.
En su comienzo vemos un paisaje nevado, un hombre sentado en un banco. Luego una voz en off, grave, comienza contarnos la historia. Ese hombre, de nombre Alvaro, fue un camarada comunista español que en Rusia se encuentra con una caravana de españoles, que viaje en trenes que muchas veces quedan perdidos en medio de la nada. Una vez acogiodo en esa comunidad toca sobrevivir como buenamente se puede. Van avanzando, haciendo kilómetros en cualquier medio de transporte. Son conscientes del avanza alemán, y huyen de ellos tanto como del hambre y del frío que en esas latitudes es insoslayable.
En el grupo hay una mujer de derechas, de hermano falangista que se ve en dicho trance por una situación embarazosa que no quiere compartir, ahogada en su tristeza.
El espíritu de la propuesta fílmica es una suerte de reconciliación, el anhelo de mostrar al mundo que la gente a veces antepone sus intereses personales a sus ideologías, lo cual permitiría que la fuerza de la pasión y del amor, unieran en el mismo colchón a dos personas de tendencias polícitas irreconciliables, al menos en apariencia.
No me convence de la película su tono ampuloso, su maniqueísmo, la gravedad de la voz en off, el subrayado en muchas escenas, ciertos momentos donde las actrices sobreactúan (en el caso de Isabel Blanco y Eloisa Vargas), como si tuvieran un público teatral delante de ellas, algunos flash-backs que no aportan mucho al desarrollo de la trama.
A pesar de todo esto, la película es muy original dentro del panorama del cine español. Iglesias apuesta por una historia poco conocida y nada explotada en el cine, para pergeñar una aventura heroíca, que a pesar de los contras que le pueda objetar resulta entretenida a ratos y emotiva en otros. Citar la gran labor interpretativa que despliega Esther Regina, cuyo curriculum deslumbra.
Decía Carlos Iglesias en una entrevista en la Radio para Radio Vitoria, que las películas que se estrenaban se la jugaban a una carta el primer fin de semana de su estreno. Si no recaudan una cantidad determinada, la quitan de la cartelera y se acabó. Le deseo suerte a Carlos, por su entrega y por decididirse a contar las historias que le apasionan.
Carlos Iglesias | Un franco catorce pesetas | Los niños de la guerra en Rusia
excellente película!!! merece la pena ir al cine a verla. Un pedacito de nuestra historia contada desde una perspectiva neutral. Enhorabuena!