24 Redemption 3:00 p.m 5:00 p.m

A falta del estreno de la séptima temporada de 24, de momento tenemos como aperitivo un telefilm de hora y media, presuntamente dos horas a tiempo real, para ir haciendo boca. Como es norma de la casa, el gobierno americano es un avispero de gente que ha vendido su alma al diablo, capaces de cualquier cosa a cambio de dinero y poder.

Bauer lleva unos meses fuera de los Estados Unidos, en un país africano, en un orfanato junto a niños a los que Carl Benton, amigo de Bauer trata de ofrecer alguna oportunidad en la vida, dejándolos fuera de las milicias de «niños soldados» que unos guerrilleros reclutan para acabar con el actual Presidente electo. A la guerrilla le ayuda militarmente algún americano, como Hodges, el cual les vende armas, si bien lo que dice el Gobierno es todo lo contrario.

Ese día en el que suceden los hechos, Allison será nombrada Presidente, y dará su discurso de buen rollo, la búsqueda de un mundo mejor, el presidente que el pueblo se merece y demás. La Presidenta tiene un hijo, Taylor y éste un amigo que antes de que lo asesinen le cuenta que en su empresa están vendiendo armas a terroristas con el visto bueno del Gobierno. Como la fuente de información muere y no hay pistas, será de ese hilo del que supongo se tirará en la séptima temporada. Así que Hodges (Jon Voight), el que mueve los hilos, con gente infiltrado como el agente Vossler, darán mucho juego.

Bauer aunque no quiere volver a su país, finalmente se ve obligado a regresar en un helicóptero, por las artimañas de Frank Trammell, un chupantintas adjunto de la embajada americana en Sangala, junto a un grupo de niños, a los que Bauer salvará y es que este tío vale para un roto y para un descosido.

No faltan los tiros, las explosiones, la fotografía almibarada, las torturas, las huidas y demás propio de Bauer, que sigue llevando un bolso en bandolera, que le den ese aire metrosexual que tanto nos gusta.