Dirección y guión: Jérôme Salle.
PaÃs: Francia.
Año: 2005.
Género: Thriller.
Interpretación: Sophie Marceau (Chiara), Yvan Attal (François), Sami Frey (Akerman), Gilles Lellouche (Müller), Daniel Olbrychski (Nassaïev), Samir Guesmi (Driss), Dimitri Rataud (Perez).
Producción: Olivier Delbosc, Marc Missonnier y Alain Terzian.
Música: Frédéric Talgorn.
FotografÃa: Denis Rouden.
Montaje: Richard Marizy.
Diseño de producción: Laurent Piron.
Vestuario: Carine Sarfati
Interesante pelÃcula francesa de suspense e intriga protagonizada por la sensual y gélida Sophie Marceau (Chiara), y secundada por un Yvan Attal (François) muy convincente. ¿Quién es Anthonny Zimmer que da tÃtulo a la pelÃcula?. Zimmer es un estafador que tiene en jaque hace años a buena parte de las policÃas de medio mundo. Se le acusa entre otras cosas de blanquear dinero. Es discreto en su quehacer y nadie conoce su cara (se ha operado y nadie conoce su estado actual), ni siquiera Chiara ex-policÃa por la que Zimmer siente debilidad y con la que mantuvo un romance. Ante un inminente encuentro entre ambos en un tren Zimmer le da plantón, y le propone un plan en una carta: buscar a un hombre al azar, camelárselo, a fin de que quienes les observan piensen que él es Zimmer.
Chiara empleando sus armas de mujer, una vez en el tren seduce entonces a un hombre corriente François, , y le convence sin demasiado esfuerzo, para que pase junto a ella un fin de semana diferente, desbaratando los planes de él de hacer turismo rural: ello supondrá alojarse en el Carlton, en la costa azul, en un habitación con vistas al mar…
A la mañana siguiente mientras François se despereza ve como dos hombres tratan de eliminarlo y consigue poner pies en polvorosa antes de que lo liquiden.
Tiene lugar entonces el desarrollo de los equÃvocos y malentendidos, manifestación de un hábil guión, que no resulta previsible.
Esta pelÃcula se halla en las antÃpodas del cine americano. No hay violencia explÃcita, ni estética videoclipera, tampoco abundancia de planos cortos y montaje frenético. La acción se sucede sin prisa pero sin pausa. La intriga y el suspense van en aumento, y el final, lo mejor de la pelÃcula desvela muchas incógnitas.
El secreto de Anthony Zimmer es pues una apuesta interesante para estas tardes veraniegas.
Una pelÃcula que tal vez peque de ser pelÃn frÃa y aséptica, pero la cual sale airosa, pues está hecha con oficio, bien interpretada y resulta bastante entretenida.
Me pareció entretenida. Pero me
esperaba más.