La ragazza del lago (Andrea Molaioli 2007) (No mires atrás)

título original: La ragazza del lago país: Italia año: 2007
género: ficción
dirección: Andrea Molaioli
guión: Sandro Petraglia, Andrea Molaioli
reparto: Toni Servillo, Nello Mascia, Marco Baliani, Giulia Michelini, Fausto Sciarappa, Denis Fasolo, Franco Ravera, Sara D’Amario
fotografía: Ramiro Civita montaje: Giogiò Franchini
escenografía: Alessandra Mura
vestuario: Jessica Zimbelli
música: Theo Teardo
productor: Francesca Cima, Nicola Giuliano
producción: Indigo Film, Medusa

Anna, es una joven que aparece muerta a la orilla de un lago. Un inspector se trasladará hasta la localidad, en la región de Friuli Venezia Giulia al norte de Italia, en los lagos de Carnia, para intentar resolver el caso, pues todo parece indicar que se ha cometido un crimen.

Vemos en el inicio como una niña sube en la furgoneta de un hombre y nos tememos lo peor. Luego el cuerpo sin vida de la adolscente, hace que las pesquisas policiales de Giovanni Sanzio, un inspector huraño y malhumorado (que arrostra sobre sus hombros la educación de su hija adolescente, y la pérdida progresiva de su mujer, internada en un centro con una enfermedad degenerativa).

En torno a la muerte de Anna, surgen varios interrogantes. Las investigaciones nos llevan a conocer a su padre, a su novio, que se presenta como el principal sospechoso. Aparece también un matrimonio, cuyo bebé cuidó Anna años atrás. Tenemos al entrenador de hockey de Anna, a su hermanastra, que se encuentra liberada tras el óbito.

Ante esta situación Giovanni habrá de aguzar el ingenio si quiere desentrañar la madeja que tiene entre manos, y no es tarea fácil, porque como en Fuenteovejuna, parece que todos tienen razones para verla muerta, algo por otra lado paradójico pues es una chica al que todo el mundo quiere.

La ragazza del lago es la ópera prima de Andrea Molaioli , que se llevó nada menos que diez premios David di Donatello en el presente año, 2008. Más allá de las condecoraciones, la película me ha parecido magnífica. Los intérpretes resultan creíbles en extremo, en especial Toni Servillo (el cual ya habíamos visto pergeñar papeles memorables en Le conseguenze dell´amore o en L´uomo in piú), así com Fabrizio Gifuni (La meglio gioventú), en la piel de ese hombre con una culpa imposible de soportar.

La puesta en escena es sobria. A pesar de que la historia podría derivar en otras manos hacia la sensiblería o el morbo, Andrea, mantiene un pulso firme, dejando fuera de campo, las piezas escabrosas que nosotros hemos de recomponer. Así que hay pasajes que ponen los pelos de punto, como la charla final de Giovanni con Corrado Canali.

En una pequeña localidad, donde todos saben e todo de todos, los odios, las venganzas, los miedos y prejuicios, las fustraciones se hermanan contrastando con esos bellos paisajes montañosos que lejos de protegerlos, dejan a los humanos en el lugar que ocupamos: el centro del vacío.

Si la podéis ver, hacerlo. La ragazza del lago, es ese tipo de películas que me hacen amar El Séptimo Arte.

Está basada en la novela No mires atrás de Karim Fossum.