PelÃcula: The fighter. Dirección: David O. Russell.
PaÃs: USA.
Año: 2010.
Duración: 115 min.
Género: Drama. Interpretación: Mark Wahlberg (Micky Ward), Christian Bale (Dicky Eklund), Amy Adams (Charlene Fleming), Melissa Leo (Alice Ward), Jack McGee (George Ward).
Guion: Scott Silver, Paul Tamasy y Eric Johnson; basado en un argumento de Keith Dorrington, Paul Tamasy y Eric Johnson. Producción: David Hoberman, Todd Lieberman, Ryan Kavanaugh, Mark Wahlberg, Dorothy Aufiero y Paul Tamasy. Música: Michael Brook.
FotografÃa: Hoyte Van Hoytema.
Montaje: Pamela Martin. Diseño de producción: Judy Becker.
Vestuario: Mark Bridges
A veces, casi nunca, las cosas salen bien. Micky y Dikcy no son personajes animados de Walt Disney, sino dos hermanos. El segundo fue en su dÃa campeon del mundo de boxeo, y ahora tras la resaca de la fama está enganchado al crack. A pesar de ello sigue manteniendo su amor incondicional por este deporte. Dicky quiere que Micky siga sus pasos, y por ello la anima a entrenarse, a competir, ejerciendo cuando su estado de salud se lo permite hacer de entrenador. La madre de la pareja es la manger. Micky le pone empeño, pero con semejante familia no es fácil triunfar. Cuando Micky se enamore de una joven que trabaja como camarera en un bar, una atractiva pelirroja de nombre Charlene, no conseguirá otra cosa que ponerse en contra a su familia, a su madre, su hermano Dicky su media docena de hermanas. Pero a menudo viene bien una mirada fresca del exterior que permita observar esos detalles que desde el interior están tan asumidos que no se perciben.
Al contrario que otras pelis de boxeo donde priman los combates o la preparación fÃsica de los boxeadores, aquà esto queda relegado a un segundo plano. Lo atractivo de esta pelÃcula es que resulta muy próxima y cercana, pues los personajes (que son reales porque la historia lo es), son creÃbles y se nos hacen queridos. La relación entre los hermanos es un tira y afloja. Cada uno se ve reflejado en el otro, y siempre queda la ilusión de ir a más, de triunfar de plantar cara a la adversidad, de mirar para adelante cuando todo el mundo te ve como un fracasado. De esa lucha interior y exterior, junto a la catársis que experimena Dicky tras su paso por la trena, junto a lo importante que son las relaciones familiares, aunque sean complejas y algo surrealistas como estas, hacen de esta pelÃcula un pasatiempo muy entretenido, con momentos hilarantes y otros dramáticos, pero sin afán de sobrecargar el lagrimal del espectador. Todo resulta fresco, natural, espontaneo y deja momentos para el recuerdo como cuando Micky le reprocha a su madre que Dicky siempre haya sido su ojito derecho, sintiéndose menos querido que su hermano. Detalles como este no priman en los cines, y menos cuando esas palabras las pronuncia un fornido boxeado capaz de moler a palas a cualquiera, que como un animal herido también precisa su ración de cariño maternal, y también marital por supuesto porque la escena de Micky con Charlene es lo más bonito que he visto en un cine hace mucho tiempo y eso que hay un «amoris interruptus»,…pero la familia tienes estas cosas.
Muy bien el trÃo protagonista formado por Mark Wahlberg (Micky Ward), Christian Bale (Dicky Eklund) y Amy Adams (Charlene Fleming).