Película: Bienvenidos al sur. Título original: Benvenuti al sud.
Dirección: Luca Miniero. País: Italia. Año: 2010.
Duración: 102 min. Género: Comedia. Interpretación: Claudio Bisio (Alberto), Alessandro Siani (Mattia), Angela Finocchiaro (Silvia), Valentina Lodovini (María). Guion: Massimo Gaudioso; basado en el guión de Dany Boon, Frank Magnier y Alexandre Charlot para la película francesa “Bienvenidos al norte”. Producción: Riccardo Tozzi, Giovanni Stabilini, Marco Chimenz y Francesca Longardi. Música: Umberto Scipione. Fotografía: Paolo Carnera.
Montaje: Valentina Mariani.
Diseño de producción: Paola Comencini. Vestuario: Sonu Mishra.
Tras el éxito de Bienvenidos al norte, comedia que arrasó en Francia, ahora la historia se traslada a territorio italiano. La premisa es similar. Si en la francesa un director de una oficina postal debía ir del Sur al Norte de Francia, en esta ocasión, el protagonista, Alberto, debe dejar Lombardía, en el norte y mudarse a Castellabate en el Sur, en Nápoles.
Los tópicos están presentes en nuestro día a día, seamos conscientes de ello o no. En España hay miles de chistes sobre sorianos, catalanes, madrileños, gallegos, etc. A menudo los andaluces se mofan de la gente del norte, que hace lo propio con la del sur. Unos acusan a los otros de que son menos trabajadores, de que son perezosos, los otros de que no saben disfrutar de la vida, que se toman todo demasiado en serio, que están muy encorsetados, etc….
El caso es que Alberto, anhela que lo trasladen a trabajar a Milán a dirigir allí una oficina. Pero comete un grave error, y en lugar de despedirlo le ofrecen un puesto en Castellabate, en el Sur a modo de castigo. Dos años de destierro. Alberto está acostumbrado a un clima frío y húmedo, al confort de su hogar en una urbanización, a su queso gorgonzola, a la rectitud, la pulcritud, etc. Vive con su mujer y su hijo pequeño y en lugar de mudarse los tres, irá el primero a reconocer el terreno y luego ya se verá.
A su llegada a Castellabate, una noche lluviosa todo le sorprende. Mattia, empleado de la oficina, le ofrece una cama en casa de su madre, con quien vive. El desayuno comprobará es opíparo. Luego tiene lugar todo el desfile de topicazos que uno sabe de la gente del Sur. Como es de preveer, Alberto que siempre ha sido muy comedido, se va distendiendo en compañía de sus cuatro compañeros de oficina. Al principio declina cualquier invitación, pero luego se va ambientando. Le coge el gusto a la gastronomía local, al café, al limoncello, goza con ese sol espléndido, con esa luz sempiterna, con las vistas al mar que divisa desde su residencia, de los encuentros con sus nuevos amigos alrededor de una mesa, bien provista de viandas. Un pueblo pequeño donde todo el mundo le saluda con afecto. Un cuento de hadas.
Su mujer en la distancia, cree que está pasando las de Caín y sufre por él, hasta que vaya a visitarlo y compruebe que en todos los sitios se vive bien y que el Sur ofrece cosas que el Norte no tiene.
Claudio Bisio en la piel de Alberto le coge bien la horma a su papel y funciona la química con su compañero Mattia. Resulta imponente la presencia de la guapísima Valentina Lodovini. Ahora que se escribe mucho sobre el «movimiento lento«, sobre ese vivir tranquilo y relajado, sobre esa forma de vida que rehuye las prisas y el estress, viendo esta película se adapta mucho a esa filosofía de vida.
Benvenuti al Sud hay que verla en versión original. Muchos de los chistes versan sobre la forma de emplear el italiano y la diferente pronunciación que hay entre el norte y el sur. Hay momentos hilarantes a cuenta de ello y resulta muy gracioso comprobar como Alberto le va cogiendo el punto a la entonación napolitana. Esto, traducido supongo que tendrá, escasa o ninguna gracia.