Película: En un mundo mejor.
Título original: Hævnen.
Dirección: Susanne Bier.
País: Dinamarca.
Año: 2010. Duración: 113 min.
Género: Drama.
Interpretación: Mikael Persbrandt (Anton), Trine Dyrholm (Marianne), Ulrich Thomsen (Claus), Markus Rygaard (Elias), William Jøhnk Nielsen (Christian), Bodil Jorgensen (director del colegio), Elsebeth Steentoft (Signe), Martin Buch (Niels), Anette Stovebaek (Hanne), Kim Bodnia (Lars).
Guion: Anders Thomas Jensen; basado en un argumento de Susanne Bier y Anders Thomas Jensen. Producción: Sisse Graum Jørgensen.
Música: Johan Söderqvist.
Fotografía: Morten Søborg.
Montaje: Pernille Bech Christensen y Morten Egholm.
Diseño de producción: Peter Grant
Con su película Después de la boda, (nominada a los Oscar como mejor película de habla no inglesa en los Oscar 2007)Susanne Bier me magnetizó. Me pareció una película sobresaliente. Ahora Bier tiene en los cines españoles En un mundo mejor, que se llevó con justicia, el Oscar a la mejor película de habla no inglesa en la última entrega de los Oscar.
Una manera de realzar ciertas existencias consiste en ponerlas en contraposición con otras situaciones más acusados, así los efectos se agudizan todavía más. El protagonista es Anton, médico de profesión, que en un país de África presta asistencia médica en un campo de refugiados. Allí se las verá con las sonrisas desarmantes de los niños y con mujeres mutiladas o tajadas por un mafioso local que se divierte causando dolor a su alrededor, para quienes las mujeres, al igual que los ancianOs y los niños son menos que nada. Anton pasa unas semanas en África y luego regresa a Dinamarca, donde le espera un hijo de diez años otro más pequeño y su mujer, de quien se está separando. Su hijo mayor Elias es el hazmerreír del colegio, pues otro chico se la tiene tomada y continuamante le agrede tanto verbal como físicamente.
A ese colegio llega Christian, procedente de Londres, tras haber perdido a su madre de cáncer, quien no está dispuesto a soportar el trato vejatorio que sufre Elias, al que decide ayudar de una manera muy expeditiva.
Luego los dos mozalbetes se harán uña y carne y el carisma de Christian le hará a Elias dejar a un lado todos sus principios morales y comenzar a desbarrar.
A su vez Anton se balancea entre esa labor humanitaria que le recompensa y da sentido a su vida, con esa otra vida acomodada en el primer mundo, donde no encuentra lo que anhela; que no es otra cosa que recuperar a su mujer.
Anton tratará de educar a su hijo, en los días que pasa en casa, de transmitirle unos valores, dándole ejemplo, aguantando los golpes de la vida, en sentido literal. Pero cuesta a menudo cuando el ambiente es hostil, delimitar la línea que separa a ojos de los demás a un cagazas de alguien templado e inteligente, que es capaz como el jugador de ajedrez de anticipar los movimientos del oponente y predecir lo que le sucedería si se dejara seducir por la voz dulce de la violencia ciega y como un toro picado entrara al trapo.
Son muchos temas los que están presentes en En un mundo mejor, abordados con una sutileza y unos matices, que te desarman. Las interpretaciones son todas espectaculares, pero Mikael Persbrandt sencillamente lo borda.
Está claro que vivir duele, crecer y dejar de ser un niño también, tanto como perder a una madre a temprana edad por un cáncer, o ver como una pareja se hace añicos, quitando esquirlas de corazones dolientes. Pero no, no todo es dolor, también hay alegría y perdón, renconciliación y venganza, donde la justicia, a veces consiste en mirar para otro lado, en dejar que los oprimidos se cobren su pieza.
Recomiendo ver En un mundo mejor, porque es una de esas películas que ha consesiguido remover algo dentro de mí.