1:1 (ONE TO ONE)
TÃtulo original: 1:1 (en til en)
PaÃses: Denmark, United Kingdom año: 2005
Género: drama, racismo
Directora: Annette K. Olesen
Duración: 90′ año: DK 27/01/2006
Guión: Kim Fupz Aakeson
Elenco: Mohammed-Ali Bakier, Joy K. Petersen, Anette Støvelbæk, Helle Hertz, Subhi Hassan
Montaje: Kim Høgh Mikkelsen Edición: Molly Malene Stensgård
Director artÃstico: Lene Ejlersen
Vestuario: Helle Nielsen Música: Kåre Bjerkø
Productor: Ib Tardini, Gillian Berrie
La historia transcurre en Dinamarca, en una barriada de Copenhague, donde Shadi, un chico palestino mantiene una relación con Mie, una joven adolescente danesa. Los padres del chico no saben nada de la relación amorosa de su vástago, que la mantiene a escondidas, lo que nos permite hacernos una idea de que las relaciones entre familias de diferentes religiones o de diferentes paÃses dista mucho de asumirse con naturalidad.
Una noche el hermano de Mie es apalizado. Lo encuentra un policÃa y el joven no muere de milagro. Acaba en el hospital, magullado y con el cerebro fracturado. El principal responsable parece ser el hermano de Shadi, quien al no querer aportar ningún dato sobre el incidente parece asumir su culpa.
A tenor de los acontecimientos Shadi no sabe bien cómo reaccionar, si callarse, si delatar a su hermano, si contarle algo a su novia Mie, que a su vez comienza a recelar de Shadi, a no atender sus llamadas, cuestionándose su relación, sus sentimientos en una labor de introspección.
Como se vio con las viñetas sobre Mahoma publicadas en Dinamarca en 2005, la aparente calma que se vivÃa en el paÃs, se vio dinamitada con la ira con la que los árabes se tomaran los chiste sobres su profeta. Sin entrar a valorar si es lÃcito o no hacer humor con religiones ajenas, quedó claro que esa calma era eso, aparente, y que hacÃa falta poco para que los ánimos se encendieran. Algunos daneses, como muestra el rol de la abuela de Mie, parecen moverse en la ambivalencia de por un lado, ser comprensivos con los extranjeros, quienes no deben tenerlo facil fuera de su paÃs, pero que al mismo tiempo, y a las primeras de cambio no se cortan en acusar a los extranjeros de traerles problemas, de alterar su paz, o bien de recomendar a su hija que deje el barrio donde vive, con una alta presencia de inmigrantes y se mude a un barrio mejor (entendiendo por mejor aquel donde la tasa de inmigrantes es Ãnfima).
A pesar de todo lo expuesto, la pelÃcula se queda bastante en la superficie y promete más de lo que a la larga ofrece. Apuesta sus cartas más por la intriga y por la resolución del enigma sobre quien fue el responsable de la paliza, que en intentar diseccionar la actual realidad danesa, el impacto social que tiene la presencia creciente de extranjeros, o como dicha presencia puede poner en entredicho su cultura del bienestar, su capacidad de acogida, y aspectos similares, que aportan datos para poner en solfa lo que muchas nos venden como Sociedades abiertas.
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