14,4 Km. es la distancia mínima entre las dos orillas del Estrecho de Gibraltar. El punto en el casi convergen las dos riberas.
El Mediterráneo siempre ha sido un mar de idas y venidas, de migraciones y mestizajes. Un marco geográfico en el que a lo largo de los siglos han interactuado gentes procedentes de las distintas tierras bañadas por sus aguas, mezclándose e influenciándose recíprocamente de forma natural. Todos estos movimientos han generado numerosos elementos culturales compartidos aunque resulte complicado hablar de una cultura mediterránea propiamente dicha. Más bien estamos ante un marco común en el que conviven distintas culturas estrechamente vinculadas entre sí.
El proyecto 14,4 km apuesta por reforzar el diálogo cultural entre los pueblos de la ribera mediterránea por encima de posibles obstáculos o diferencias de índole geopolítica, religiosa, etc. Por este motivo, las actividades de la iniciativa en esta primera edición se desarrollan en localidades situadas a ambos lados del Estrecho: Córdoba, Granada, Vejer de la Frontera, Tánger, Tetuán, Los Barrios y Ciutadella de Menorca.
Consideramos la cultura como una herramienta fundamental para tender puentes entre las dos orillas del Mediterráneo, para consolidar e incentivar la tolerancia entre distintas ideas y creencias.
En esta primera edición, hemos escogido el cine como instrumento principal a través del cual ahondar en los valores compartidos entre ambas culturas y, al mismo tiempo, asomarnos a otras realidades aprendiendo a respetar las diferencias. Lamentablemente las obras cinematográficas que inciden en estos valores tienen en demasiadas ocasiones una escasa difusión, ya que padecen graves dificultades en la producción y distribución. La mayor parte de los países del sur del Mediterráneo, con la excepción de Egipto, tienen una capacidad de producción cinematográfica muy reducida. Con el agravante de que, de las películas realizadas, solo llega a nuestras pantallas un porcentaje ínfimo. Así mismo, las producciones españolas rara vez llegan a estrenarse comercialmente en los países árabes. La muestra 14,4 pretende paliar en parte esta situación, contando para ello con la implicación de instituciones, empresas y asociaciones tanto españolas como internacionales. La cooperación audiovisual entre profesionales e instituciones de las dos riberas es fundamental para reinstaurar un imaginario mediterráneo compartido. La coproducción de “imágenes comunes” es una herramienta clave para construir una conciencia mediterránea. Por su modernidad y su realismo (entendido como reproducción fotográfica) el cine es la forma de expresión que mejor puede fomentar la comprensión mutua.
Mujeres Directoras de las dos orillas
La muestra cinematográfica que proponemos tiene un propósito adicional: difundir y reivindicar el trabajo de las directoras que desarrollan su actividad profesional en los márgenes del Mediterráneo. Bajo el lema “Mujeres Directoras de las dos orillas”, realizadoras árabes y españolas nos ofrecen, a través del cine, una interesante visión de su día a día, sus problemas, sus deseos y su forma de enfrentarse al mundo.
Premio 14,4 km
Como reconocimiento a la labor de todas las personas que dedican su tiempo, su talento y su esfuerzo personal a fomentar el diálogo intercultural, se ha creado el Premio 14,4 km. Este galardón se entregará en cada edición a una personalidad que haya destacado a lo largo de su trayectoria profesional por su labor a favor del conocimiento y respeto mutuos entre las dos orillas del Mediterráneo.
Las películas participantes son estas:
Caramel
-Chaque jour estune fête
-Combien tu m’aimes?
-Conversaciones de salón
-Dowaha
-El esfuerzo y el ánimo
-Harraga
-La sal de esta mar
-L’enfant endormi
-Metrópolis Ferry
-Mushpush
-Planes para mañana
-Retorno a Hansala
-Tambien la lluvia
Descárgate en pdf toda la información del ciclo 14,4 km
Desde nuestra blog, solo nos queda alabar la iniciativa, que nos parece de gran importancia, apostando este ciclo de cine claramente por la multiculturalidad, por el diálogo, por la integración, por todo eso que comparten los artistas y las personas que viven en países distintos, separados por una distancia ridícula, más que por empecinarse en marcar las diferencias.