Dirección y guión: Frank E. Flowers.
Países: USA, Reino Unido, Alemania y España.
Año: 2004.
Duración: 115 min.
Género: Thriller.
Interpretación: Bill Paxton (Carl Ridley), Orlando Bloom (Shy), Stephen Dillane (Sr. Allen), Zoë Saldana (Andrea), Razaaq Adoti (Richie Rich), Agnes Bruckner (Pippa Ridley), Victor Rasuk (Fritz), Lee Ingleby (Patrick), Anthony Mackie (Hammer), Robert Wisdom (Sr. Sterling), Jake Weber (Oficial Powell).
Producción: Robbie Brenner y Bob Yari.
Música: Heitor Pereira.
Fotografía: Michael Bernard.
Montaje: Peter Christelis.
Diseño de producción: Damien Byrne.
Vestuario: Bobbie Read.
Este thriller está ambientado en las Islas Caimán, paraíso fiscal por antonomasia. Ahí sucede la historia en la que hay engaños, traiciones, tiroteos, disputas interraciales, delincuentes juveniles, chicas ávidas de sexo salvaje, fiestas, música, canciones de Manu Chao (¿qué horas son la vida entera?) y reggetton.
A la isla llega Pippa con su padre Carl (Bill Paxton) que ha dejado los Estados Unidos a todo correr porque el FBI le sigue la pista por fraude fiscal. El día de la llegada, en la habitación del hotel hay un joven dormitando que se da el piro cuando Pippa entra en la estancia. Fritz se llama el muchacho y convence a ella para ir a una fiesta y conocer de paso a la gente de la zona. La chica accede.
En la fiesta está Shy un muchacho introvertido de ahí su apodo, que pasa de las bandas locales y no quiere meterse en líos. Está locamente enamorado de una menor negra, Andrea (Zoe Saldana), a la que saca cuatro años de diferencia. La noche que Andrea cumple los 18, él se cuela en su casa y consuman su amor. Su hermano Hammer se da cuenta de lo sucedido y además de quemar el rostro de Shy con ácido airea que su hermana ha sido violada.
Los líos de faldas y estos amores imposibles marcados por un fatal destino se combinan con la trama policial y los tejemanejes de Carl para poner a buen recaudo el millón de dólares que ha traído en billetes pequeños a la Isla, insuflando a la historia cierto aire de misterio y suspense en su relación con su asesor Allen, que no es trigo limpio.
La historia que podría haber sido más interesante se queda en nada, pues no da mucho de sí y luego para liarlo todo se van entrecuzando escenas, mezclando lo pasado con lo presente con flash-back que lo lían todo para dejar cabos sueltos y un final abierto, tanto para Shy como para Carl.
Haven es una coproducción de Reino Unido, Alemania, España y los EStados Unidos, rodada en 2004.
A Shy lo interpreta el lánguido Orlando Bloom tan mórbido como suele ser habitual en él. Mejor está Zoe Saldana en la piel de Andrea que pierde su inocencia entre rayas de coca, en tugurios de mala muerte donde tiene sexo con extraños, con el corazón roto y la entrepierna destrozada porque Shy su chico tras su primer polvo en su paso a la edad adulta, ya no le hace caso.
El resto de personajes tienen poco peso en la historia, salvo Allen, aquejada de inanidad en su conjunto. No obstante no se hace cargante y su hora y media se ve sin apenas esfuerzo, aunque cuando aparecen en escena los pandilleros locales con aires de gangster y empiezan a hablar entonces sí que resulta cargante, por la sucesión de tópicos y su previsibilidad. Poco hay en la historia atractivo o reseñable como para recomendarla. Quizá las seguidoras de Bloom quieran verla, porque aparece él, en un papel romántico y ligero de ropa en alguna escena de cama. Paxton tiene un corto papel y junto con Stephane Dillane (Allen) hacen que la película se sostenga. No faltan tampoco las chicas guapas de largas piernas como la actriz Joy Bryant (Sheila) con la que Carl tiene un rollete.