PelÃcula: 7 cajas. Dirección y guion: Juan Carlos Maneglia y Tana Schémbori. PaÃs: Paraguay. Año: 2012. Duración: 100 min. Género:Thriller. Interpretación: Celso Franco (VÃctor), Lali Gonzalez (Liz), Nico GarcÃa (Luis), Mario Toñanez (sargento Osorio), Nelly Davalos (Tamara), Roberto Cardozo (Gus). Producción: Maneglia Schémbori. Música: Fran Villalba. FotografÃa: Richard Careaga. Montaje: Juan Carlos Maneglia y Juan Sebastián Zelada. Dirección artÃstica: Carlo Spatuzza
Si no me equivoco, 7 cajas, es la primera pelÃcula Paraguaya que veo en toda mi vida. Estamos en Paraguay, en su capital, Asunción, en el famoso Mercado 4, y allÃ, VÃctor, un joven que trabaja como carretillero, y quiere un teléfono móvil a toda costa, tanto como ser actor, y ver su careto en todas las televisiones, pero que anda mal de guita, acepta el encargo de transportar 7 cajas, del punto A (que es una carnicerÃa) al Punto B, cuya ubicación se lo dirán poco después.
VÃctor desconoce qué hay en el interior de las cajas que transporta, pero intuye que se trata de algo turbio. A medida que pasan los minutos, las cosas se van complicando exponecialmente, tejiéndose los hilos entre todos los personajes, que hace que un hecho, que no debiera de tener más transcendencia, se transforme en una maraña de problemas.
VÃctor se verá acechado por otra banda de carretilleros que yerran en cuanto al contenido que guardan las cajas, pero que les hará mostrarse especialmente motivados en encontrar al joven. No falta tampoco la presencia policial, unos agentes que irán siguiendo a VÃctor hasta el punto de entrega mientras alucinan con las prestaciones de un móvil capaz de hacer fotos y grabar vÃdeos, un embarazo y posterior alumbramiento in extremis, un secuestro que acaba mal, un enamoramiento (o dos) en ciernes, transexuales capaces de aliviar la carne y sonsacar la palabra, carniceros que se pasan al otro lado de la ley, y todo ello narrado a un ritmo frenético, sin pausa, lo que hace avanzar la historia, no solo sin altibajos, sino de forma sostenida, aumentando en su intensidad, a medida que la historia se va alimentando de todas las subtramas que van convergiendo hacia un final, donde abrevan todas ellas, derramando sobre el espectador, una historia bien hilada, bien narrada, divertida, emocionante, hábilmente montada.
Una historia que aunque transcurre en un mercado en Paraguay, puede ser extrapolable a cualquier rincón del mundo, porque a fin de cuentas lo que vemos es algo tan sencillo como la lucha por la supervivencia, por ganarse las habichuelas, y eso es igual en todas partes. El idioma guaranà se entremezcla con el castellano, por lo que hay que verla en versión original subtitulada para enterarse de la fiesta.