Closer. Cegados por el Deseo (Mike Nichols, 2004)

Dirección: Mike Nichols

Guión: Patrick Marber; basado en su obra teatral «Closer»

Intérpretes: Natalie Portman (Alice), Jude Law (Dan), Julia Roberts (Anna), Clive Owen (Larry), Nick Hobbs (Taxista), Colin Stinton (Aduanero)

USA 2004

Este fue el intento de Natalie Portman de salirse de su faceta de interpretación infantil/juvenil y pasar a ser una mujer, turbadora y provocativa, mostrando curvas y con alguna escena guarrilla. Si existieron escenas algo más fuertes, como así parece, en el montaje final fueron eliminadas y lo más que ha conseguido la Portman es continuar mostrando su bonito rostro y un poco más de carne de lo habitual, pero seguir con su eterno aspecto de Lolita, recalcado con unas actuaciones que a pesar de ser algo más elaboradas en cuanto a los contenidos, en las formas la siguen dejando como una chiquilla morbosa y deseable, pero chiquilla al fin y al cabo. Ya no es aquella niña estirada de Beautiful Girls, que encandilaba a los adultos jugando a ser mayor. Ahora ha crecido, pero su comportamiento no lo ha hecho en la misma medida. Sigue siendo un tanto mojigata en algunos aspectos, pero muy buena actriz ya que aporta gran presencia ante la cámara.

Me gustó mucho más su interpretación en la original Algo en Común, rodada justo antes que esta, donde su personaje era prácticamente el mismo que aquí, pero sin intentar aparentar otra cosa. Su último personaje en V de Vendetta, con la rapada de pelo, lo veo como más transgresivo que este. ¿Cuántas actrices de Hollywood estarían dispuestas a raparse al cero por una película? Lo hizo Demi Moore en la Teniente O’Neil, que recuerde, pero pocas más habrá que se atrevan a algo así.

Lástima que algunos tengamos debilidad por esta actriz, lo que nos hace no ser imparciales a la hora de calificarla, pero creo que se come al resto de actores y actrices, sobre todo a Julia Roberts, cuya hegemonía entre las chicas de Hollywood parece haber llegado a su fin, superada por las jóvenes promesas o ya no tanto, que a su vez se verán superadas por otras jóvenes dentro de unos años, como siempre pasa. Y ya que estamos comparando a las 2 protagonistas de esta película, me gusta más la sonrisa de Portman que la que la de la Roberts, que nunca me ha acabado de convencer.

Completan el cuarteto protagonista un Jude Law que según ellas tiene también su dosis de morboso interés, pero está bastante simplón y Clive Owen, que me parece el más flojo de los 4, al estilo de sus anteriores películas. Su personaje es brusco, lo que pega con su aspecto, pero no con lo que le rodea.

A la película le fallan los saltos temporales, que se producen sin que se note en la continuidad de la película, por lo que provocan confusión y tiene que venir alguno de los personajes a recordarlo, algo absurdo. Supongo será su intención la de provocar esa confusión, pero no la mía como espectador.

La historia se sostiene en los diálogos entre los personajes, más que en situaciones. No se ven pasar las cosas, nos las cuentan ellos y ellas en eternas conversaciones siempre 2 a 2, nunca hablan entre si más de 2 de los 4 protagonistas. Y lo cierto es que no hay más personajes, ni siquiera secundarios, sólo algún extra con frase, como mucho. No en vano está basado en una obra de teatro, pero la adaptación está muy bien realizada, no muestra a 4 personajes metidos entre 4 paredes, como otras, sino que los sitúa muy bien en la ciudad de Londres.

La película trata, o quiere tratar, en principio, sobre el amor a primera vista, pero yo no lo veo más que una excusa para no tener que desarrollar los personajes. Son unos desconocidos que de repente se encuentran y mantienen unas relaciones cruzadas a lo largo de varios años. Cada cual es como es, eso sí que han conseguido expresarlo, pero no sabemos porqué son así: el médico rudo y pervertido, la joven alocada y perdida, la fotógrafa inestable e influenciable y el escritor original y romántico. Cada uno tiene su rol y no se salen de ahí.

Soy muy canso en estas cosas, pero tengo que decirlo o reviento: una vez más me parece patético el agregado al título de Cegados por el Deseo. Deberían poner un asterisco en el cartel y explicar porqué lo ponen (quizás lo digan en algún sitio y yo no me he enterado. ¡Ilumínenme!). Si quieren traducirlo, que lo traduzcan y sino, pues no, pero eso de no decidirse y ponerle 2 títulos es deplorable.

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