Después de ver la ceremonia y tomarme mi tiempo para su dura digestión, tengo que decir que ha sido un coñazo. Los presentadores, Concha Velasco y Antonio (Serrano) Resines, que parecía más su personaje en los Serrano que él mismo, llegando incluso a decir: “Te presento a mi hija” al salir a entregar un premio Verónica Sánchez. Y precisamente ese premio se lo entregó a la película Camarón, en la que ella intervenía, cosa que repitió al poco rato Elsa Pataki al dar el premio a Gil Parrondo por Ninette. ¿Hay que sospechar?
Lo más sentido: el discurso de Candela Peña.
Lo menos educado: Resines llamando gordo a José Luis Cuerda
Lo más cantado: el Goya para Oscar Jaenada (Camarón)
Lo menos preparado: la victoria de Carmelo Gómez que tuvo que salir a medio vestir, tras hacer la segunda llamada un Eduard Fernández que, ¿a qué subió?
Lo más sorprendente: Corbacho, al aparecerle por detrás a Elvira Mínguez en sus agradecimientos, cuando él había estado mucho más comedido al agradecer el suyo.
Lo menos glamuroso: el traje de la Ministra, de Ágata Ruiz de la Prada (sobran calificativos).
Lo más reivindicativo: los argentinos ganadores por Iluminado por el Fuego, contra la guerra y a favor del cine.
La clara vencedora en el 20º aniversario de los Premios Anuales de la Academia (ese es el nombre oficial, no Premios Goya) ha sido Isabel Coixet y su Vida Secreta de las Palabras. Desde el momento en que la estrenó, la cineasta catalana ha dicho, y lo sigue haciendo, que es su mejor película y su mejor guión. Nunca he estado de acuerdo con eso, pero visto lo visto, habrá que darle la razón y rendirse a la evidencia, aunque la película me pareciera un rollo. Mi vida sin mí me gustó mucho más, pero de todas formas, enhorabuena por haber realizado la mejor película, con la mejor directora, el mejor guión y el mejor diseño de producción, los 4 Goyas que ha ganado. Esos son los puntos que hacen a esta película la mejor, pero no las actuaciones, según la academia, ya que sólo Javier Cámara fue nominado como secundario.
En el apartado actoral, los dos protagonistas estaban cantados: Oscar Jaenada, merecido por la caracterización tan perfeccionista de Camarón. El único que podría haberle arrebatado el premio sería Juan José Ballesta, que años tendrá para ello, pero cuyo personaje parecía muy cercano a su propia vida como para merecer más que una nominación. También la prostituta Caye interpretada por Candela Peña parecía escrita para llevarse el premio, también merecido, pero quizás más discutido, porque Nathalie Pozas se lo hubiera merecido por su personaje, al menos igual de logrado.
Entre los secundarios también ganaron los favoritos: Carmelo Gómez y Elvira Mínguez, a los que no les hacen falta premios para demostrar lo excelentes actores que son. Alguna sorpresa en estos apartados hubiera sido solamente relativa, como en el apartado de Revelaciones, Jesús Carroza y Micaela Nevárez, grandes descubrimientos apoyados por excelentes guiones (ninguno de ellos premiados) y con unos personajes que eran auténticos caramelos. Sólo disiento en que la actriz ganadora no haya sido Bárbara Lennie, que me pareció excelente y es una chica que puede dar mucho en el futuro, de esas que hablan con los silencios, con una mirada que atrapa la cámara.
De los guiones ganadores poco hay que decir, pues cualquiera de ellos era merecido. Ganó La Vida Secreta de las Palabras el Original, menos mal, porque si la mejor película y mejor dirección no llega a tener los mejores actores ni el mejor guión, hubiera sido, al menos discutido (que para mí lo sigue siendo) y El Método era el que más me gustaba, pues es una adaptación muy bien realizada y el ritmo y los personajes son muy apropiados.
Lo mismo con la música: Habana Blues es pura música, así que lo tiene merecido y en la mejor canción para Manu Chao estoy también de acuerdo.
Si hubo alguna perdedora fue Obaba, la más nominada, con 10 y sólo un premio, el sonido. Quizás estaba sobrevalorada en las nominaciones, pero había que justificar su elección para los Oscar, que por cierto se sabrá hoy si está entre las elegidas. Va a ser que no.
–Actualización: Pues ha sido que no.
Ahora Montxo Armendáriz debería protestar y patalear, como hicieron los Almodóvar, que tras huir a la francesa por sentirse discriminados, este año se han llevado el gordo, pues La Vida Secreta de las Palabras está producida por El Deseo y Agustín Almodóvar subió a por el premio además de entregar otro.
Lo único destacable más que se me ocurre es que ganara Woody Allen, que ha podido ser elegido en este apartado tras salir de su Nueva York preferida e irse a Londres. Era mi preferida y es indiscutible su calidad, pero, ¿habrá tenido también algo que ver su compromiso en venir a rodar en Barcelona próximamente? Que a nadie le extrañe que fuera así, al fin y al cabo estos premios tienen un gran valor comercial, nunca escondido por la academia.
Saludos a Todos!
Me he quedado un poco de pasta de boniato (no de pasta de esa de la que están hechas las gafas de Isabel Coixet) leyendo vuestro comentario sobre la Gala de los Goya porque…¡Joer, es que hemos estructurado nuestros comentarios sobre los Goya igual en nuestros respectivos blogs! ;-D
Eso si, en mi caso el orden es inverso: primero la crónica y luego los Lo Más…
Disiento en lo del Goya a la Mejor BSO para Habana Blues: a mi me encanta y la tengo todo el día puesta, pero hay que diferenciar entre un score compuesto para una película y una magnífica colección de canciones. Y me hubiera gustado que Isabel Ampudia se hubiera llevado el Goya a la Mejor Actriz de Reparto. Y no es que no me guste el trabajo de Micaela Nevarez, es que era el único premio que podía reconocer esa estupenda peli ninguneada por la Academia que es Quince Días Contigo. Aunque para ninguneos supremos el de El Cielo Gira…
En fin, que si os apetece os dais una vuelta por mi blog y comprobais que a mas de uno se nos ha ocurrido la misma idea – que poco originales somos, la verdad – a la hora de comentar la gala. Juas
Un abrazo,
David Garrido
http://cinemerida.blogspot.com