No hace mucho hablábamos en este espacio web cinefilo de Durante la tormenta, pelÃcula dirigida por Oriol Paulo. Hoy dedicamos nuestro tiempo a hablar de Contratiempo, del mismo director.
Lo que más sorprende tras su visionado es la capacidad que tiene la pelÃcula para ir dando continuos cambios, sucediéndose los golpes de efecto, las vueltas de tuerca constantes.
Un empresario de éxito recibe en su piso la visita de una prestigiosa abogada con cuya ayuda tratará de evitar la cárcel. Apenas disponen de 3 horas para preparar su defensa. La abogada debe ganarse la confianza de su representado a fin de que éste le cuente todo lo que pasó. No es tarea fácil, porque el empresario es un tipo correoso, con espolones, tal que su relato presenta distintos puntos ciegos que la abogada tratará de ir iluminando en la conversación que ambos mantendrán.
Los hechos tienen que ver con un accidente que el joven empresario tiene con su coche mientras le acompaña su amante, por una carretera del Pirineo oscense. Un accidente que se saldará con la muerte de un joven. Este tipo de hechos son como bolas de nieve de tal manera que cometida la primera cagada, esto no puede más que aumentar, hasta alcanzar proporciones colosales.
Luego veremos cómo el relato del joven empresario presenta irregularidades y está por ver si lo que cuenta es verdadero o no. La historia se sustancia cuando en escena parecen los padres del joven muerto, que deciden tomarse la justicia por su mano, de una manera inteligente y sagaz, qué es el gran acierto y bastión de la pelÃcula.
remarcar las buenas interpretaciones tanto de Bárbara Lennie como de Ana Wagener. Mario Casas interpreta al joven empresario, y no lo hace nada mal.
Contratiempo es un buen thriller, divertido, mesurado y efectista, bien interpretado, y con un guión que te vuelve loco de remate. No se puede pedir más para acabar el año.