Año: 2017
Duración: 93 min.
PaÃs: Francia
Dirección: Xavier Legrand
Guion: Xavier Legrand
FotografÃa: Nathalie Duran
Reparto: Léa Drucker, Denis Menochet, Thomas Gioria, Mathilde Auneveux, Saadia Bentaïeb, Jean-Marie Winling, Martine Vandeville, Florence Janas, Jenny Bellay
Custodia compartida guarda elementos comunes con la soberbia Te doy mis ojos, para mà dos grandes pelÃculas sobre el maltrato. Si allà era un mujer la que sufrÃa el tormento perpetrado por el energúmeno de su esposo, aquÃ, a la mujer hay que añadir el pavor que sufre su hijo cada vez que su progenitor (soberbios Denis Menochet y Léa Drucker) está a su vera.
La pelÃcula se inicia en un despacho en el que una jueza debe decidir si concede o no la custodia compartida a una pareja. La jueza oyendo a ambos miembros cree que ambos mienten, pues sus opiniones sobre su caso son totalmente dispares. La madre no permite que su marido se acerque a su hijo pequeño y a su hija ya casi adulta y el padre a su vez dice ser una bella persona cuyo único objetivo es no ser privado de la compañÃa de sus vástagos. A medida que se desarrolla la pelÃcula el padre se quita la careta y muestra su peor cara. Lo grande de la pelÃcula es lo real, verosÃmil y brutal que resulta. Que un hijo le tenga miedo a su padre, ya dice mucho (lo dice todo) de la relación entre ambos. A lo que conducen estos amores mal entendidos y peor llevados lo sabemos. En España ya casi son mil las mujeres asesinadas por sus parejas. Si nos ponemos en la piel de la madre y del hijo podemos experimentar lo traumático, desgarrador e insufrible que puede ser vivir una situación análoga, tener que arrostrar tanta violencia ciega, tanto maltrato, los gritos, las extorsiones, las salidas de tono, las llamadas nocturnas.
La escena final en la bañera es demoledora, escena dificil de olvidar. Sin apenas discurso, y dejando que los hechos hablen por sà mismos Xabier Legrand pone el dedo en la llega y la pelÃcula sangra, sin que la sangre se vea, lo que la hace aún más terrorÃfica.
Si la vecina en vez de llamar por teléfono, hubiera mirado hacia otro lado, es posible que el final hubiera sido otro. Un silencio a menudo cómplice de la barbarie.
La pelÃcula es dura, el tema lo es, creo que hay que verlas, todos para ver hasta dónde se puede llegar y hacia donde conducen los celos y el amor mal entendido.