Dirección Sydney Pollack
TÃtulo original: They Shoot Horses, Don’t They?
Producción Robert Chartoff Johnny Green Theodore B. Sills Irwin Winkler
Guión James Poe Robert E. Thompson
Música Johnny Green
FotografÃa Philip H. Lathrop
Reparto Jane Fonda (Gloria) Michael Sarrazin (Robert) Susannah York (Alice) Gig Young (Rocky) Red Buttons (Sailor) Bonnie Bedelia (Ruby) Bruce Dern (James)
PaÃsEstados Unidos
Año 1969
Género Drama
Duración 120 minutos
El Crack del 29 llevó a muchos americanos a tratar de ganar algún dinero con eventos tan populares como los maratones de baile. De ello habla esta dramática pelÃcula. Junto a un muelle en Santa Mónica tendrá lugar el maratón, donde se dan cita, aspirantes a actores y actrices, que quieren alcanzar algo de notoriedad dado que como espectadores acuden gente de la farándula; directores, actores consagrados, guionistas, etc. Entre las bailarinas está también una mujer embarazada paupérrima que junto a su marido hará lo posible para llevarse el premio de 1500 dólares, un marinero muy en forma a pesar de su edad, una joven aspirante a actriz de tendencia autodestructiva y otro joven que pasaba por allà y que acabará formando pareja con la anterior. Una vez comience el baile, aquello se dilatará por más de 1000 horas, casi 50 dÃas danzando, con siete paradas diarias para comer, de pie, y otras para descansar, pausas de unos pocos minutos, que poco ayudan a la recuperación, de ahà que a las pocas de horas de comenzar el maratón, surjan las ojeras, los rostros macilentos, y las complicaciones.
Lo que ofrecen los organizadores del evento no es un maratón de baile, sino puro y duro espectáculo, algo parecido a lo que sucedÃa en la época romana cuando se arrojaban gladiadores a los leones para ser devorados por las fieras. El hecho de que las parejas abandonen desfallecidas, que pierdan el conocimiento, que sufran lesiones, todo ello contribuye al espectáculo y enardece a los espectadores. Eso explica que además de bailar cada dÃa hubiera una prueba que consistiera en dar vueltas a la pista de baile, a modo de velódromo, durante diez minutos, quedando eliminadas las tres últimas parejas. El dramatismo que se alcanza en dicha secuencia tiene tintes épicos, ya que se golpean, se empujan, se muestran los codos y las rodillas, se trastabillan, muerden el polvo, se levantan y a duras penas logran cruzar la meta y seguir en la competición.
Como se queja una de las participantes, solo resta que les tiren cacahuetes, pues no se ven como bailarines sino como monos de feria, donde sobre la «arena» caen monedas, cuando el público se conmueve ante lo que ve, ya sea algún número de baile espectacular o alguna canción interpretada con un hilo de voz postrer.
El tÃtulo original de la pelÃcula es They shoot the horses, don´t they?, ¿No disparan a los caballos?. Muy apropiado para lo que veremos en el desenlace de la pelÃcula. Da igual quien gane o pierda el concurso, porque la batalla se libra en otra parte, en el interior de cada cual, de ahà que la pelÃcula finalice antes de que lo haga el concurso, una vez que hayamos visto como la necesidad sumada a la falta de cualquier escrúpulo permita llevar a cabo monstruosidad como estos espectáculos.
Jane Fonda, Gig Young, Rocky Susannah York pergeñan unos personajes dificiles de olvidar, de esos que perduran.
Me queda para el recuerdo una de las pelÃculas más tristes que nunca haya visto.
Aunque no tenga nada que ver con el film, agradecer a esas 209 personas que nos tienen agregados en facebook y que nos siguen a diario.