Lo mejor de esta entretenida pelÃcula es su escena final, de la cual no puedo decir para no destriparla. La pelÃcula arranca con una nave espacial en la que a bordo van tres hombres y una mujer. En un momento dado, se produce una averÃa y deben abandonar la nave. Para entonces la mujer ha muerto y se ha convertido en una momia. Los tres astronautas van a parar a un inhóspito y solitario paraje en el cual parece no hubiera atisbo de vida humana o animal.
En su andadura descubren unas plantas y más tarde una cascada en la que solazarse y recuperar sus maltrechos cuerpos. Desnudos en el agua ven como sus prendas desaparecen. Descubren entonces a unos humanos primitivos vestidos con pieles. Al rato son atacados por unos simios belicosos que los hacen prisioneros.
El mundo al revés que dirÃa Fran Perea. Los que controlan el cotarro son los simios, para los cuales los humanos son unos animales estúpidos de los que no se puede sacar nada bueno. De los tres astronautas el papel cantante lo toma George Taylor (Charlton Heston), el cual al verse entre rejas, tratado como un perro, consigue ponerse en contacto con una simia con la que pronto hará buenas migas, si bien la soberbia y altanerÃa de George no se verá menguada en ningún momento.
De esta guisa George se comunica con la simia buena y comprensiva, ambos se entienden, empleando el mismo lenguaje, lo cual trae de cabeza al doctor Zaius, que odia y teme a George, por lo que éste tiene de especial y de raro. Es algo que no puede explicar. ¿una mutación? ¿el eslabón perdido? ¿por qué ese humano es capaz de hablar, de razonar?.
La pelÃcula que en breve cumplirá 40 años, data de 1968, resulta de lo más entretenida. Heston está impresionante, la labor técnica es impagable, secundada por una brillante partitura de Jerry Goldsmith, original y asfixiante, que arropa con éxito los momentos cenitales. El maquillaje de John Cambers es para darle de comer aparte, por su excelso trabajo y fabulosa caracterización de las criaturas simiescas.
Una pelÃcula muy recomendable que supera con creces y está a años luz de la revisión que hizo Tim Burton en 2001.
tengo q dqwsir q m esperaba mas d esta pelicula oseaaaaa penc q era la moderna no la vieja ocea la antigua m explico ono bueno nxxauuuuuuuuuuuuuuuuuuuu pudranc todossssssssssssssssssssssss jodanc ja ja ja
La de Tim Burtón no es tan mala, no
he visto la de Heston, asà que
no puedo comparar. Helena Bohn Carter
estaba encantandora.