Dirección: Gerardo Herrero.
Reparto: Marta Belaustegui (Sonia), Roberto Enríquez (Mariano), Blanca Oteyza (Rocío), Alberto Jiménez (Andrés), Vicky Peña (Carmen), Manuel Morón (Nicolás), Víctor Clavijo (Pedro), Omar Muñoz (David), Nerea Casares (Ángela), Paz Gómez (Elena).
Guión: Belén Gopegui.
Producción: Gerardo Herrero.
Música: Lucio Godoy.
Fotografía: Alfredo Mayo.
Montaje: Carmen Frías.
Dirección artística: Wolfgang Burmann.
Vestuario: Lena Mossum.
España 2004
En primer lugar hay que decir que esta película no es una continuación de Las Razones de mis Amigos, aunque pudiera parecerlo, porque remiten en le reparto Marta Belaustegui, Roberto Enríquez, Víctor Clavijo y Paz Gómez, la mujer más bella del mundo según el artista anteriormente conocido como Prince. Además esa película también contaba con la dirección de Gerardo Herrero y el guión de Belén Gopegui. Y por rizar el rizo, a su vez esa película tenía muchos símiles con Marta y Alrededores, sobre todo la presencia también de Belaustegui, Enríquez y algunos otros actores que volvieron a aparecer en Las Razones de mis Amigos, pero no ya en este Principio de Arquímedes.
Pero volviendo a la que ahora nos ocupa, esta es la historia es la de Sonia (Marta Belaustegui), una ejecutiva casada con un importante ingeniero, Andrés (Alberto Jiménez), que ve como empiezan a írsele las riendas de su propia vida mientras su vecina y amiga, Rocío (Blanca Oteyza), a quien ella ayuda en un principio, va ganándole terreno. Por fortuna cuenta con el apoyo del marido de esta, Mariano (Roberto Enríquez), a pesar de que ella no lo acoge bien al principio. El trabajo y la vida de pareja se verán entremezclados en la trama, aprovechando además la película para atacar a las multinacionales y sus estrategias comerciales y al egoísmo en general de las personas dependiendo desde donde miren al prójimo.
Empezando por el principio, he de decir que no me gusta. No la película, sino el principio en sí, ya que comienza con una especie de introducción de Marta Belaustegui poniéndonos en antecedentes de lo que vamos a ver. Sobra, al igual que sobra, adelantándonos a los hechos, el epílogo final.
Siguiendo con las cosas malas, hay mucho simbolismo dentro de la película (como el propio título puede hacer intuir), que unos pueden verlo y otros no, pequeños detalles de lo que van viviendo los personajes, pero lo malo es que lo viven y se intuye, pero luego además te lo cuentan en los diálogos, otra cosa que también sobra. Por ejemplo, las naranjas que la protagonista ve exprimir con mirada compungida y luego tirar, con las que se identifica, pero al rato, te lo dicen en una conversación. Creo que pretende explicar con palabras muchas cosas que se muestran en el devenir de la acción. El que no lo pille, problema suyo, pero no se puede hacer una historia tan redundante, contando las cosas 2 veces.
Con estos peros, hay que decir que aún así la película hace bastante más que cumplir. Es de esas que te obliga después reflexionar sobre lo que has visto, si es que tienes algo debajo de esa mata de pelo, y mantiene tu atención sin necesidad de nada más que los actores y sus interpretaciones. El que más me ha gustado es Roberto Enríquez, el más natural y convincente, y el que lleva un poco el peso de la historia, a pesar de que Marta Belaustegui cuente con más minutos. Ella también está genial, en su línea, a pesar de un comienzo titubeante, como la propia película, que no empieza a coger el tono hasta que no se llevan unos cuantos minutos, demasiados, lo que puede hacer que si alguien no la empiece a coger con ganas, la deje antes de tiempo.
La ascensión del personaje de Rocío parece un poco precipitada, lo mismo que decía antes, los diálogos lo intentan justificar, pero lo malo es que da esa sensación y por mucho que los personajes te lo digan y lo intenten obviar, esa sensación sigue presente y desvirtúa parte de la historia, pues es en lo que se basa., en ese paralelismo trabajo/vida personal que se da en las parejas y en como se van cambiando los roles en el matrimonio formado por Rocío y Mariano.
Quizás en el momento de su estreno esta película pasara bastante más desapercibida de lo que merece, pero así está la industria, sólo se mantienen en taquilla las que se gastan una millonada en publicidad, las palomiteras de turno y se priman más los efectos especiales y otras características, que la calidad interpretativa.
Enlace | IMDB
Gerardo Herrero en Cuak | Director Heroína | Los aires difíciles
Productor: En la ciudad
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