El velo pintado crítica película

Dirección: John Curran.
País: USA.
Año: 2006.
Duración: 125 min.
Género: Drama.
Interpretación: Naomi Watts (Kitty Fane), Edward Norton (Walter Fane), Liev Schreiber (Charlie Townsend), Toby Jones (Waddington), Diana Rigg (madre superiora).
Guión: Ron Nyswaner; basado en la novela de W. Somerset Maugham.
Producción: Edward Norton, Naomi Watts, Sara Colleton, Jean-François Fonlupt y Bob Yari.
Música: Alexandre Desplat.
Fotografía: Stuart Dryburgh.
Montaje: Alexandre de Franceschi.
Diseño de producción: Tu Juhua.
Vestuario: Ruth Myers.

En los años 20 del siglo XX, Walter, británico y bacteriólogo queda prendado de Kitty una niña bien que despechada al ver como su familia da por hecho que se va a quedar para vestir santos, acepta ser su esposa. Una infidelidad por parte de Kitty hace que Walter se tome la justicia por su mano y se vengue.

Decide entonces Walter trasladarse con su mujer a un pueblo Chino azotado por la cólera donde sobre el terreno ayudar a la gente enferma. Kitty pasa por el aro, pero la pareja se sume en la infelicidad más abismal, en silencios insondables, miradas que no se encuentran y cuerpos que no se rozan.

Disfrutamos en la película de parajes de postal, de bellas montañas tupidas y aguas cristalinas donde todo parece maravilloso, sin embargo, en esos parajes idílicos, la muerte se ceba con los aldeanos, llevándose cientos de ellos cada día víctimas del cólera.

En los tiempos que corren una película de estas características no tendrá un gran público aquejados por el síndrome adrenalínico que repudia cualquier película que pretende ir más allá de cuatro efectos especiales y toneladas de material pirotécnico.

Tras el encono inicial tanto Walter como Kitty irán limando asperezas, influenciados por lo que es su nueva vida, e irán venciendo sus reticencias para dejar paso a una corriente de afecto que permita hacer más llevaderas sus infelices existencias.

Los actores que dan vida a Walter y Kitty son Edward Norton y Naomi Watts.. Norton se pasa de comedido y lo encuentro demasiado encorsetado. Watts le coge el punto al personaje pero no es capaz de llegar a conmover con su historia. Tratándose como es de un dramón apenas me ha tocado la fibra y esto no es muy bien síntoma.

Está basado en la novela de W. Somerset Maugham.