Dirección: Brad Anderson
Reparto: Eric Roberts, Jack Noseworthy, Cynthia Watros, Larry Gilliard Jr y Tom Edwards.
Guión: Matt Venne
Segundo episodio de la serie, y ya vemos un rostro famoso como protagonista, aunque no sé si para bien. Se trata de Eric Roberts, el hermanÃsimo de Julia Roberts, que es el protagonista absoluto del capÃtulo. No vamos a decir que se luce, pues sus dotes actorales son limitadas, pero no está mal.
Su caso es el de un policÃa cuyos métodos no son del todo correctos, se dedica a quemar, golpear y rajar sospechosos (o culpables en algunos casos), pero no se han de quedar con ese detalle del epÃlogo, sino con el dato de que nunca usa armas de fuego en sus fechorÃas. Justo al revés que Harry el Sucio. Puede que el personaje tenga otra inspiración, ya que se llama Bender…
El caso es que en un momento que se le va la mano se carga a un criminal, por lo que es expulsado del cuerpo y como tal, se queda hecho una mierda. Pero rehace su vida y nos lo volvemos a encontrar, la friolera de 15 años más tarde trabajando como detective privado, siguiendo con algunas malas artes, como nos demuestra con su primera clienta, pero ganándose la vida con salud y alegrÃa.
El causante de su despido, antes de espicharla prometió venganza y al aceptar ponerse al servicio de una nueva clienta parece que la venganza de éste puede estar al caer, ya que la casa desde la que vigila el detective le hace ver cosas que remueven su conciencia.
Este episodio a buen seguro harÃa las delicias de Iker Jiménez, porque tiene apariciones, venganzas del más allá y del más acá, casa encantada, psicofonÃas, caras en las paredes, ritos satánicos… Es lo que se dice completo.
Lástima que el argumento sea tan previsible y flojo y el episodio se quede Ãdem, a pesar de contar con la dirección de Brad Anderson, el de El Maquinista.
Fear Itself | 1×01 El Sacrificio